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Los Juegos Olímpicos cerraron el capítulo y el próximo tramo del libro de Facundo Campazzo se abrirá el 19 de octubre de este año, cuando la NBA inaugure su temporada y Denver empiece a competir en el salvaje Oeste.

El cordobés viene de una campaña de adaptación en la que superó las expectativas, especialmente después de la lesión de Jamal Murray y tras algunas actuaciones irregulares en playoffs que le valieron una reducción de minutos.

El canadiense seguirá afuera al inicio de la 2021/22 y según los últimos informes estaría volviendo en enero aproximadamente. Monte Morris, Austin Rivers, Will Barton, PJ Dozier, Facundo, Nah'Shon Hyland y Markus Howard (agente libre restringido), que mostró una interesante faceta anotadora en el último tramo y podría sumar más minutos, serán los guardias de rotación y la competencia interna se mantendrá latente.

En ese sentido, Campazzo deberá mantenerse sostenible en algunos apartados que van desde el lanzamiento exterior, las definiciones cerca del aro y la defensa ante las figuras rivales sin provocar faltas excesivamente.

En cuanto al triple, el argentino logró mostrar progreso si se comparan la temporada regular y los playoffs, pasando de intentar 3,3 tiros de tres en la primera parte de la campaña a 4,8 en la instancia decisiva, con un aumento en conversiones (de 1,2 a 1,9) y porcentaje (35,2% a 39,6%) que podrían elevarse aún más en la 2021/22.

Además, estabilizó sus medias en cada una de las zonas en la postemporada, ya que en la regular solo lanzó por encima del 40% desde la esquina izquierda (54,8%) y en playoffs disminuyó su media al 40% desde ese sector, pero mantuvo un 37,5% en la derecha y 40% en todos los tiros en los codos y el eje (above the break).

Recibir y lanzar sin dudar, hacer las rotaciones y, llegado el caso, anotar tras pique serán los atributos que debe mantener y repetir el exjugador de Peñarol para continuar contribuyendo en la ofensiva de Mike Malone.

Por otro lado, quizás la zona en la que más luchó fue a la hora de las definiciones cerca del aro, sean flotadoras o definiciones tras contacto.

En la temporada regular arrojó un 53,5% en la pintura y disminuyó esa media en playoffs (41,2%), por lo que dominar ese apartado podría darle una ayuda extra a la hora de sumar puntos y obligar a las defensas a ajustar en la pintura para realizar descargar a los tiradores.

Las variantes en esas definiciones también deben incrementarse, con las flotadoras, los tiros por tablero y a mano cambiada, entre otras, formando parte de la caja de fundamentos del argentino, algo que la mayoría de los guardias de la liga domina.

A modo de cierre, lo mejor de su juego se vio atrás, en la temporada regular. Trae Young, Damian Lillard, Stephen Curry, Kemba Walker… Muchos exteriores sufrieron su presión defensiva con pies veloces, manos ágiles y habilidades psicomotrices superiores para reaccionar antes que nadie a los movimientos de los rivales.

Tan interesante fue lo suyo atrás que ninguno de los cuatros guardias mencionados pudo llegar a la barrera del 35% en tiros de tres y todos tuvieron al menos una pérdida de promedio, siendo el de los Warriors el de mayor media con 2,3.

Todo cambió en los playoffs y allí Lillard y Paul hicieron estragos desde el pick and roll alejado de la línea de triples, anotando de tres y provocando faltas una y otra vez. Damian sostuvo un superlativo 61,5% en triples y Chris le anotó 13 puntos en apenas 12:17 minutos.

En los tres ámbitos la regularidad puede ser el factor nodal de su progreso y en su talento se encuentra el secreto para mantenerse siendo importante en un equipo que explota como pocos la superposición de armadores en todas sus formaciones.

Tic, tac, marca el reloj. Un poco más de un mes para ver a Campazzo otra vez. 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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