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Brandon Jennings lanza desde el codo pero falla y se disputan el rebote atacantes y defensores. Luego la barre Andrew Bogut y en un segundo la toma Dwyane Wade, quien sale corriendo por la mitad de la cancha y con cerelidad llega a la pintura. Finalmente, cuando todos pensaban que la iba a enterrar con fiereza, se la pasa de una manera indetectable a LeBron James para que este meta una volcada tremenda que el número tres decidió festejar con los brazos abiertos en el retroceso.

En ese momento, un fotógrafo llamado Morry Gash captó la jugada y retrató una de las mejores fotos de la historia, estampando su efigie en una de las duplas más icónicas de la NBA. Dos campeonatos entre dos amigos, incontables alegrías y acciones que hasta el día de hoy ocupan los tabloides de la liga que tiene al espectáculo como bandera, y en la cual LeBron James y Dwyane Wade representaron como nadie esos ideales. 

Pero al pasar los años, quienes miraban la foto y no el video de la jugada pensaban (y todavía piensan) que el pase de Wade a James fue un alley oop. Sin embargo, la acción fue completamente lo contrario, pero por la pose de Dwyane y el salto de James cualquiera podría confundirse, ya que si se la ve de forma trivial parece que el tres asistió al 23 de esa forma. 

A su vez, la foto y la jugada tienen una historia posterior, que fue contada por el mismo Gash un tiempo después. "Tiene vida propia", rememoró el fotógrafo. "El agente de Wade quería una copia de la foto para que la firme LeBron y ahora todos están recibiendo una propia. Nunca tuve una fotografía firmada en mi carrera, pero esa vez le pedí a los dos que me la firmen", comentó el bueno de Morry. 

Ese año fue el primero del trío Bosh-James-Wade en Miami y la acción logró confirmar que ellos estaban en la NBA para ganar y divertirse juntos. Más tarde esa temporada, los de Florida llegaron a las finales de la liga, pero fueron derrotados ante Dallas Mavericks y Dirk Nowitzki. Pese a ello, el equipo de Spoelstra aprendería de sus errores y volvería a la instancia para ganar no uno, sino dos anillos en las siguientes dos campañas, conformando una de las plantillas más potentes que haya visto el deporte de la naranja. 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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