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Si hay un equipo de la Liga que se ha caracterizado por tener un proyecto claro y sostenido a lo largo del tiempo, ese es Gimnasia de Comodoro. Desde su apoyo a una misma línea de entrenadores, a la renovación de sus jugadores más importantes, los patagónicos le han sacado mucho provecho a virtudes que pocos encuentran en la competencia: perdurabilidad y consolidación.

La 2018/19 no es la excepción en ese sentido. El Verde no solo sigue con el mismo entrenador, Martín Villagrán (de gran primera Liga como DT), sino que también continúan varias piezas de la campaña anterior: Manuel Buendía, Juan Manuel Rivero, Yoanki Mencia, Diego Romero, Franco Giorgetti, Eloy Vargas e Shaquille Johnson, quien tuvo que ser reemplazado por lesión (el venezolano Dwight Lewis llegó en su lugar).

A su vez, Gimnasia tuvo un buen mercado de invierno, sumando experiencia con Lucas Pérez y Sebastián Vega, como los únicos nacionales que se incorporan al proyecto. Las mayores incógnitas, como suele ser el caso, pasa por los foráneos: Vargas ya está probado en este nivel, pero habrá que esperar para ver cuánto pueden aportar Lewis (hombre de selección) y sobre todo Jaqhawn Walters, quien tendrá su primera salida como profesional.

Centrándonos en la configuración actual de este Gimnasia, tiene mucho para ilusionarse en el costado ofensivo. Lewis intentará cumplir con la función de primera opción anotadora, tal como lo hicieron Johnson y Winsome Frazier en la 2017/18, mientras que Vargas será la referencia en el juego interior. Pero lo que realmente volverá peligroso a este equipo, son los tiradores que tienen a su alrededor, liderados por dos súper especialistas como Manuel Buendía (45% de eficacia en la Liga anterior) y Juan Manuel Rivero (37%).

Defensivamente, los de Comodoro tienen algunas incógnitas más por responder, especialmente en el perímetro, aunque la dupla Sebastián Vega-Franco Giorgetti les dará una versatilidad clave en las posiciones 3/4, algo fundamental en el básquet actual. Y si Vargas consigue ser efectivo a la hora de proteger el aro y rebotear, parte de los defectos que puede presentar este Gimnasia quedarán disimulados.

El otro punto interesante pasa por la profundidad. Gimnasia viene de conseguir algo poco común en la 2017/18: ser un equipo largo, aún teniendo una rotación por momentos corta y dando fichas de ventaja. Esto lo consiguieron básicamente con el aporte de sus U23, Manuel Buendía y su aporte ofensivo, junto al cubano Yoanki Mencia y su rendimiento defensivo. Ahora no solo mantienen a esos dos U23 con un año más de experiencia en sus espaldas, sino que además los complementan con ocho mayores, donde apenas uno (Walters) no está probado en el alto nivel. Con una banca que se cree tendrá a Buendía, Rivero, Mencia y Romero, el Verde será dueño de una de las mejores y más productivas segundas unidades de la competencia.