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El traspaso de Luka Doncic a los Lakers a cambio de Anthony Davis sacudió los cimientos de la NBA, y no solo entre los fanáticos. En una encuesta anónima realizada por The Athletic a más de 150 jugadores, la reacción mayoritaria fue la incredulidad total. “Es una de esas cosas que nunca vas a olvidar, como cuando murió Michael Jackson o el 11-S”, dijo un jugador. Otro se enteró en pleno partido, en la cancha, por un fan en la tribuna. La mayoría de los encuestados usaron términos como “shock” o “locura” para describir lo que vivieron al conocer la noticia. “Pensé que era un truco de la NBA para subir el rating”, confesó otro.

La mayoría no solo criticó la sorpresa del movimiento, sino la lógica de fondo. “Es la peor decisión en la historia del básquet moderno”, disparó un jugador. Otro lo catalogó como “la idea más estúpida de la historia”, y hubo quien fue aún más directo: “Fue de idiotas. Psicótico”. Lo que más molestó fue que Dallas haya entregado sin aviso a su jugador franquicia, MVP en carrera, cinco veces All-NBA en seis años, y sin exigir una cantidad significativa de picks o promesas. “Si Luka puede ser traspasado, entonces nadie está a salvo”, opinó otro con tono resignado.

Tampoco cayó bien que desde Dallas se hayan filtrado críticas sobre la actitud o el estado físico del esloveno. “¿Y si pesa 200 kilos qué importa? Va a promediar un triple-doble de 30 igual”, ironizó un jugador. Otros apuntaron que, si bien su defensa no es su fuerte, su impacto ofensivo compensa cualquier falencia: “Todos los jugadores tienen defectos. Pero con Luka, lo que hace en ataque borra todo lo demás”. Para muchos, era impensado dejar ir a un talento generacional solo por no encajar en un esquema. “Esto solo demuestra que esta Liga es puro negocio, no hay espacio para el romanticismo”, lamentó uno.

Sin embargo, entre tantas críticas, hubo un puñado de voces que defendieron la movida de los Mavericks. Algunos valoraron el atrevimiento del GM Nico Harrison: “Tuvo pelotas. Hay que tenerlas para hacer algo así”, comentó un jugador. “Si Davis está sano, puede funcionar para ambos lados”, expresó otro, aunque con reservas. Aun así, varios admiten que el plan ya parece haber fallado: entre lesiones y la caída del rendimiento, Dallas quedó desarmado. “En el momento sonaba a 'ganar ahora', pero ahora parece una ‘F’ mayúscula”, resumió uno de los encuestados.

La llegada de Doncic a los Lakers puede haber sido un gran acierto para los angelinos, pero para el resto de la liga dejó una marca imborrable. Cambió la forma en que los propios jugadores ven sus carreras, sus contratos y su pertenencia a una franquicia. “Si esto le pasó a Luka, ¿qué me espera a mí?”, se preguntó uno. La conclusión es contundente: más allá del resultado en cancha, este traspaso ya quedó escrito en la historia como uno de los más polémicos, imprevisibles y cuestionados que haya vivido la NBA.