Basquetplus.com

Kobe está más vigente que nunca a 5 años de su fallecimiento, para muestra de ello, su impacto en los caminos de un par de los vigentes campeones en Estados Unidos. Jayson Tatum, el alero estrella de Boston Celtics, ha sido abiertamente admirador de Kobe Bryant desde su infancia. Tatum ha mencionado en varias ocasiones que Kobe fue su razón para empezar a jugar baloncesto y que siempre ha sido su jugador favorito. En una entrevista, Tatum recordó su primera sesión de entrenamiento con Kobe como uno de los mejores momentos de su vida, destacando la influencia que tuvo en su desarrollo como jugador.

En cuanto a Sabrina Ionescu, la base de New York Liberty, su conexión con Kobe es igualmente significativa. Ionescu conoció a Kobe en 2018 y estableció una gran amistad con él, llegando incluso a ser mentora de su hija Gigi. Kobe siempre elogió a Ionescu por su dominio del juego, comparándola con los mejores jugadores de la historia, incluidos Michael Jordan y Stephen Curry. Esta admiración mutua refleja el impacto que Kobe tuvo en la generación actual de jugadores, tanto en la NBA como en la WNBA.

La influencia de Kobe en Tatum se refleja no solo en su estilo de juego, sino también en su mentalidad competitiva. Tatum ha adoptado la famosa "Mamba Mentality" de Kobe, que enfatiza la dedicación y el sacrificio constante para alcanzar la excelencia. Esta mentalidad ha sido clave en el éxito de Tatum con los Celtics, quienes recientemente ganaron el título de la NBA en 2024. Tatum lideró el equipo promediando 25 puntos, 9.7 rebotes y 6.3 asistencias por partido en los playoffs.

Por su parte, Sabrina Ionescu ha llevado a las New York Liberty a las finales de la WNBA por segundo año consecutivo. Su liderazgo y habilidades en la cancha han sido fundamentales para el éxito del equipo. Ionescu ha mantenido a su equipo enfocado en el objetivo final, recordándoles que "no estamos terminados aún" después de superar a las Vegas Aces en las semifinales. Esta actitud refleja la misma determinación que Kobe siempre promovió en sus compañeros y pupilos.

El legado de Kobe Bryant continúa siendo una fuente de inspiración para los mejores jugadores de la actualidad. Tanto Jayson Tatum como Sabrina Ionescu han sido influenciados por su ética de trabajo y su mentalidad ganadora, lo que ha contribuido significativamente a sus logros en la NBA y la WNBA. A medida que siguen escribiendo sus propias historias, el espíritu de la Mamba sigue vivo en las canchas, recordándonos que la dedicación y el sacrificio son clave para alcanzar la grandeza.

Pablo Catalá / [email protected] 
En X: @basquetplus