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El 26 de enero de 2020, el mundo del baloncesto y del deporte en general se estremeció con la trágica noticia del fallecimiento de Kobe Bryant, su hija Gianna y otras siete personas en un accidente de helicóptero en Calabasas, California. Cinco años después, la figura de Bryant sigue siendo una presencia insustituible en la NBA y en la cultura deportiva global.

Un legado Inigualable

Kobe Bryant no solo fue un jugador excepcional; personificó una ética de trabajo y una mentalidad competitiva que se han convertido en el estándar de excelencia en el baloncesto. Su "Mamba Mentality"—una filosofía de dedicación incansable y búsqueda de la perfección—ha inspirado a innumerables atletas. Como señaló LeBron James, "Hay muchas cosas que mueren en este mundo, pero las leyendas nunca mueren".

Durante su carrera de 20 años con Los Angeles Lakers, Bryant acumuló cinco campeonatos de la NBA, dos medallas de oro olímpicas y un sinfín de momentos inolvidables. Su influencia trasciende las estadísticas; su enfoque implacable y su pasión por el juego establecieron un estándar que pocos han podido igualar.

La relación con Argentina

La conexión de Kobe con Argentina fue profunda y multifacética. Su rivalidad y amistad con Manu Ginóbili, miembro destacado de la Generación Dorada del baloncesto argentino, es emblemática. Desde su primer enfrentamiento en 2002, cuando Ginóbili debutó en la NBA contra los Lakers, Bryant mostró una admiración genuina por el argentino. Se dice que Kobe preguntó intrigado: "¿Quién es ese chico blanco?"

Esta admiración se extendió a otros jugadores argentinos. Durante el Mundial de Básquetbol de 2019 en China, Kobe quedó impresionado por Gabriel Deck. Según Manu Ginóbili, Bryant se convirtió en fanático de Deck y expresó interés en llevarlo a los Lakers.

La inspiración de las estrellas

La influencia de Kobe Bryant en la NBA actual es profunda y se refleja en numerosos jugadores que han adoptado su ética de trabajo y mentalidad competitiva. Jayson Tatum, alero de Boston Celtics, ha expresado en múltiples ocasiones su admiración por Bryant, considerándolo una inspiración central en su carrera. En un gesto significativo, Tatum decidió portar el icónico número 10 de Bryant en el equipo de Estados Unidos durante los Juegos Olímpicos de París, describiendo esta oportunidad como "nada menos que un honor".

Devin Booker, escolta de Phoenix Suns, también ha manifestado la profunda influencia de Bryant en su desarrollo profesional. Booker ha adoptado la mentalidad de Kobe, enfatizando la importancia de la dedicación y el esfuerzo constante más allá de los fallos. Sabrina Ionescu, campeona y estrella de la WNBA también fue una de sus pupilos más impresionantes e internacionalmente también Luka Doncic fue otro inspirado.

Un ejemplo eterno

La ausencia de Kobe Bryant ha dejado un vacío palpable en la NBA. Su enfoque hacia el juego, su dedicación y su inquebrantable deseo de ganar son cualidades que rara vez se ven en la era moderna del baloncesto. Su legado sirve como un recordatorio constante de lo que significa ser verdaderamente dedicado a una pasión.

Sus camisetas 8 y 24 retiradas, el campeonato de sus queridos Lakers ese mismo año, los grito de "KOBE" en cada tiro que parecía imposible, los 73 puntos que Doncic le dedicó cuando pasaron 4 años, las zapatillas pintadas, los cientos de murales y relatos dedicados a él y Gianna que recopiló su Vanessa Bryant, sus estatuas, son algunos de los homenajes que lo mantienen vivo más allá de sus hazañas registradas en cancha.

Cinco años después de su partida, Kobe sigue siendo una fuente de inspiración. Su vida y carrera nos enseñan la importancia de la dedicación, la resiliencia y la búsqueda constante de la excelencia. Como dijo una vez: "Lo más importante es intentar inspirar a las personas para que puedan ser grandes en lo que quieran hacer".

Pablo Catalá / [email protected] 
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