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Como un jugador que consiguió 14 veces ser All-Star, 12 veces All-NBA y campeón de la NBA, Dirk Nowitzki es sin duda uno de los jugadores europeos más exitosos que existieron. En 21 temporadas con los Mavericks, construyó una impresionante carrera que será celebrada por siempre con su ingreso al Salón de la Fama este fin de semana.

La posición de Dirk entre los mejores jugadores de todos los tiempos es, obviamente, motivo de gran debate, pero no hay duda de que forma parte de la conversación cuando se considera a los más grandes nacidos en Europa. "Siempre digo que Dirk es el más grande del básquet europeo en la NBA", afirmó la leyenda de los Spurs, Tony Parker, antes de la ceremonia del Salón de la Fama donde tanto él como Nowitzki será inducido a la eternidad.

Seleccionado en el puesto 9 en el draft de 1998, Nowitzki floreció como una estrella casi de inmediato, promediando más de 20 puntos por partido en su tercera temporada en la liga. Para cuando Dirk ganó su primer (y único) título de la NBA en 2010, ya era un MVP y había sido múltiples veces All-Star.

Solo con esos méritos, ha logrado más en la NBA que la mayoría de los jugadores europeos, y realmente estableció el estándar para aquellos que vinieron después de él. El logro más destacado de Dirk llegó en las Finales de 2011, cuando lideró a los Mavericks a una impactante victoria sobre el recién formado superequipo de Miami Heat con LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh.

En ese momento, Dirk se convirtió en una leyenda viviente y en el primer astro europeo que eclipsó al jugador más popular del deporte. En muchos aspectos, Dirk preparó el terreno para las jóvenes estrellas de todo el mundo, y ahora reluce el impacto que tuvo en jugadores como Luka Doncic y Victor Wembanyama.