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Dwyane Wade se encuentra en el umbral de la inmortalidad dentro del deporte. Como respuesta a sus 16 excelentes años en la NBA, será inducido al Salón de la Fama, y la ceremonia está programada para llevarse a cabo este fin de semana con otras leyendas de su tiempo.

Wade obviamente no es el primer jugador del Heat en unirse al Salón de la Fama, pero sí es el primero en lograrlo siendo seleccionado por Miami en el draft. Y para Wade, con su trayectoria en la NBA, ser el primer miembro del Salón de la Fama cultivado en casa del Heat es un título digno y apropiado para él.

"Significa algo para mí el ser el primero en esta rica historia de Miami Heat", expresó Wade a la prensa ayer. "Siempre tengo la idea de establecer la vara, fijar el estándar. Me gusta ser el primero en hacer cosas. Entre todos los grandiosos jugadores, todos esos grandiosos jugadores que jugaron allí. En ese sentido, soy autóctono. Es algo especial".

Wade es la definición misma de una leyenda viviente. En la NBA, fue ampliamente reconocido por ser uno de los mejores jugadores en su apogeo. Con 13 selecciones al All-Star, 8 nombramientos al All-NBA y 3 campeonatos, Wade demostró ser un ganador y líder natural. Y cuando llegó el momento de dar un paso atrás y ceder su papel como líder a LeBron, lo hizo con gusto por el bien del equipo.