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Steve Nash fue uno de los grandes bases que dio la NBA. El exjugador canadiense, nacido en Sudáfrica, pasó casi una década jugando en la mejor liga del planeta y su vigencia se mantuvo hasta el último día de su carrera. Pero, durante gran parte de la misma, fue un emblema, un modelo a seguir por muchos jóvenes que comenzaban a practicar el deporte o que aspiraban a ser grandes figuras del mismo.

A su segunda etapa en Phoenix Suns, Nash llegó recargado por su paso en Dallas Mavericks. Era la cuota de experiencia a un equipo de jóvenes jugadores con muchas condiciones y aspiraciones. Fue una estadía que se extendió por ocho años.

En 2010 lograron alcanzar las finales de conferencia y tuvieron que enfrentarse con los temibles Lakers, equipo que venía de conseguir un nuevo anillo de campeón en la temporada pasada.

Phoenix estaba a punto de quedarse con la victoria en el tercer partido de la serie y descontar 2-1, cuando tras recibir el balón de Grant Hill en un saque de fondo, Derek Fisher intenta robarle la pelota y lo golpea en su nariz. Se lo puede ver a Nash tocándose la nariz tras el golpe y luego uno de sus compañeros, Channing Frye, contó lo sucedido.

“Venía caminando hacia mi y me pregunta: ‘¿Cómo lo ves?’ y antes de que pueda responderle algo, se tomó la nariz con sus dedos y se la acomodó nuevamente en el lugar. Me dio mucho asco” comentó el expivote y luego agregó: “Me dijo: ‘No te preocupes, tengo mucha adrenalina’”.

Una vez finalizado el encuentro, ambos hablaron sobre ese hecho, y Frye dijo al respecto: “Me contó que se la había roto anteriormente, en varias ocasiones, como tres veces y por eso ya sabía cómo volverla al lugar”.