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En la historia de los jugadores de básquet, el número de su camiseta suele tener un significado especial. Es por eso que suelen tratar de mantenerlo a lo largo de toda su carrera. Pase lo que pase. Aunque hay situaciones en las que no lo pueden escoger porque el número fue retirado o porque ya está utilizado. También hay ocasiones en las que algunos quieren sacar una ventaja económica.

Shaquille O’Neal fue uno de los jugadores más determinantes e imponentes en la historia de la NBA. El gigante llegó a la mejor liga del planeta en 1992, cuando Orlando Magic lo eligió con el pick 1 del draft. El interno había tenido un pase increíble por LSU en la NCAA estadounidense.

Cuando fue elegido por Orlando tenía un solo deseo: poder usar el número 33 que había utilizado en LSU. Pero tuvo un problema bastante grande: ese dorsal lo tenía Terry Catledge, que ya llevaba jugando tres temporadas en el Magic. También era interno y no tenía problema en darle la camiseta que Shaq quería, pero tenía un precio.

En la sección “EJ's Neat O' Stat” de Inside the NBA, Shaq recordó ese momento y expresó: “Usé el 32 porque el idiota de Catledge intentó hacerme pagar 50.000 dólares”. ¿Qué fue de la vida de Terry? Jugó 21 partidos esa temporada, con promedios de 4.7 puntos y 2.2 rebotes. De hecho, ese fue el último capítulo de su periplo por la NBA, probando suerte después en el básquet FIBA. ¿La curiosidad? Se retiró en 1997, después de jugar su última campaña como profesional...con Atenas de Córdoba.