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Luis Scola es uno de los mejores jugadores de la historia del básquet mundial. Su larga carrera hicieron acrecentar su figura, sus dos décadas en la Selección Argentina marcaron un hito que pocos podrán repetir en el futuro. Pero Luifa hizo cosas increíble en toda su etapa como jugador, incluso siendo joven y dando sus primeros pasos en el básquet.

Mauricio Codocea escribió la primera biografía de Scola, un libro editado por Básquet Plus y recordó una historia de Luis. En 1994, Scottie Pippen llegó a Argentina para dar una clínica en el CeNARD. Pero la figura de Chicago Bulls no llegó solo, también estuvieron presentes Rick Mahorn, de los famosos Bad Boys de Detroit Pistons y Harold Miner, campeón del torneo de volcadas del All Star Game de 1993.

Entre los participantes del campus, hubo algunos futuros jugadores y algunas figuras estrellas, como el mismísimo Luis Scola. En una de las actividades, los chicos debían seguir un circuito y en el final hacer una finta ante la defensa de Pippen para definir con una bandeja.

Cuando fue el turno del niño Scola, lejos de seguir con aquella indicación de eludir a la estrella de los Bulls, encaró hacia el aro y le volcó la pelota en la cara de Pippen. “El lugar estaba lleno y todo el mundo hizo ¡Oooohhh! El tipo lo miró, como diciendo ¿Quién es esta bestia que me la volcó en entre todos estos pibitos?”, contó el periodista Pablo Cormick, que fue testigo de aquella situación, ya que era compañero de Scola en el club Ciudad de Buenos Aires