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Los Angeles Clippers son ese equipo que todos los años intenta y tiene potencial para ser un serio candidato, pero luego se queda en el camino. El año pasado ganaron un total de 51 partidos y parecían candidatos después de tener una racha en la que fueron el equipo más regular de la liga. Sin embargo, bajaron el nivel y, en playoffs, terminaron quedando afuera frente a los Dallas Mavericks.

El mercado del equipo angelino tuvo una de las bombas más grandes de la competición: Paul George se marchó a los Philadelphia 76ers, y en el conjunto de Lue no llegó un reemplazo de esa talla. Russell Westbrook y Mason Plumlee también se marcharon. Llegaron Derrick Jones Jr., Kevin Porter, Nicolas Batum, Mo Bamba y Kris Dunn. Son piezas importantes en la rotación que pueden darle buenos minutos al equipo.

Si los Clippers quieren tener alguna oportunidad, deben confiar en que sus dos pilares demostrarán lo que supieron hacer en el pasado. Un Kawhi Leonard sano puede ser vital tanto en defensa como en ataque. James Harden dejó buenas sensaciones durante la temporada pasada; es cierto que está con menor explosividad, pero con un mayor nivel como organizador. La Barba tendrá que recordar sus tiempos en los Rockets y cargar con el equipo al hombro, porque Leonard será baja durante el inicio de la temporada.

Sin Paul George y con Kawhi Leonard lesionado, otros nombres tendrán que dar un paso al frente: Ivica Zubac deberá hacerse dueño del juego interno, Nicolas Batum deberá aportar toda su experiencia, Kevin Porter tendrá que alcanzar su mejor nivel y Bones Hyland demostrar el buen rendimiento que mostró en Denver. Con todo esto, los Clippers deberán bajar sus pretensiones y apostar a aguantar lo máximo posible hasta que vuelva Leonard. Con el equipo completo, pueden dar pelea.