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Jordan Poole debía ser la figura principal para la reconstrucción de los Washington Wizards. Con la salida de Bradley Beal hacia Phoenix y la ausencia de un anotador élite, la anticipación era que se convirtiera en un jugador de nivel All-Star, deslumbrando con sus notables habilidades anotadoras.

Hasta el momento, en sus primeros juegos en DC, no ha logrado cumplir del todo con las altas expectativas depositadas en él. Promedia 17.3 puntos por partido con 2.3 asistencias y 2.5 rebotes al inicio de la temporada 2023-24.

Más allá de sus promedios, lo más llamativo es su falta de eficiencia, ya que actualmente está disparando un 38.5% desde el campo y apenas un 24.1% desde más allá del arco de tres puntos. Es notable que actualmente es más reconocido por sus malas decisiones que se volvieron virales en las redes antes que por destacadas actuaciones en la cancha.

La temporada está recién comenzando de todas formas, y Poole tiene tiempo suficiente para cambiar la narrativa y evolucionar en el jugador que los Wizards necesitan, habiendo sido vital para la conquista del título de los Warriors en 2022 y mostrando un gran potencial en la Bahía.

Jugando al lado de Steph Curry el año pasado, promedió 20 puntos en los partidos en los que arrancó de titular, y ahora, con su propio equipo, tendrá luz verde para mejorar sus estadísticas en Washington, con la mira puesta en recuperar la prominencia ascendente que mostró con Golden State.