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Jordan Poole y los Warriors: una alegría hoy, ¿un problema mañana?

20:20 09/05/2022 | El nuevo ídolo de la afición de San Francisco está en su tercer año con Golden State y todos lo aman, pero nadie quiere ver el conflicto que se viene.

Poole se convirtió de golpe en una pieza irreemplazable para GSW (Getty)

Dicen que las cosas llegan cuando uno menos las busca, y si bien en este caso no estaría del todo exacta la frase, la realidad es que aunque Golden State buscaba, difícilmente pensara en el draft del 2019, cuando eligió a Jordan Poole en el pick 28 de la primera ronda, que ese muchachito se convertiría en ídolo 3 años después. 

El crecimiento exponencial de Poole ha sido meteórico. De promediar 8.8 puntos en su primera temporada, a 12.0 en la segunda a 18.5 en esta, para convertirse en arma central de uno de los mejores equipos de la Liga con apenas 22 años. Poole le dio frescura, alegría, dinámica y movimiento a unos Warriors ya un poco veteranos (Curry 34, Thompson y Green 32), a los que les vino bárbaro para rejuvenecerse. 

Poole, además, encaja justo en el sistema que siempre propuso Steve Kerr: la bola vuela y los tiros se toman rápido. Jordan es velocísimo, tiene una mano prodigiosa y le encanta también atacar el cesto, por lo que contiene todas las amenazas que hacen a un gran jugador. Quizá el pase sea solamente su punto menos fuerte. 

Como todo rookie, Poole es hoy uno de los jugadores más baratos de la NBA en la relación costo/beneficio. Cumple su tercer año con un salario de 2.2 millones, 11º en la lista de sueldos de Golden State y 345º en la NBA. El año que viene ganará 3.9 millones y en el quinto Golden puede hacerle una oferta calificada de 5.8 millones para convertirlo en agente libre restringido, pero sería muy riesgoso porque al año siguiente otro equipo con mucho cupo salarial podría robárselo, sin que GSW tenga cómo retenerlo.

Y aquí está el meollo del problema. Los Warriors son el equipo con mayor gasto en salarios de la NBA. En la 2021/22, llegó a los 179 millones de dólares, producto básicamente de tener 4 contratos muy altos: Curry (45.8), Thompson (37.8), Wiggins (31.6) y Green (24). Como se pasan del tope y también del límite para el impuesto de lujo, esos 179 millones se convertirán en 334 millones, una locura. 

Y va a peor. Porque para la 2022/23 ya tienen comprometidos 171 millones en 9 jugadores. Con lo cual, cuando llegue el momento, luego del año que viene, tendrán que elegir entre Poole y alguno/s de estos jugadores, porque no habrá manera de tenerlos a todos. Quizá se pueda considerar a Poole como el futuro reemplazo natural de Curry, más allá de no jugar en el mismo puesto, y entonces se haga el sacrificio de dejar ir a alguno de los mencionados. 

El que tiene todas las fichas es Andrew Wiggins, que tampoco juega en el puesto de Poole, pero cuya salida podría disimularse con bastante mayor facilidad que la del resto. También habrá que ver qué busca Poole para su propio destino. Porque podría ocurrir también que, siendo varios años más la sombra de Curry (y de Thompson, y de Green), prefiera explorar el mercado para ir de uno a otra franquicia. Nadie lo sabe, pero ya se hacen mala sangre a futuro. Por ahora lo disfrutan, pero el reloj cuenta. 

 

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