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Dirk Nowitzki dio literalmente todo a lo largo de 21 temporadas para llevar a Dallas a la gloria, y vaya si lo consiguió. Pero ahora sufre las consecuencias físicas que le demandó ese esfuerzo y vive un calvario que no le permite hacer cosas mínimas con sus hijos en lo cotidiano.

Ya se lo había visto en el último All Star Game, cuando ingresó en la ceremonia de los 75 mejores jugadores de la historia y se lo había visto muy rígido en sus movimientos.

“Si me hubiera retirado dos años antes, estoy seguro de que ahora podría moverme mejor” afirmó el alemán en un podcast con el futbolista Toni Kroos. “Le sigo dando vueltas a que seguramente los últimos dos años en la NBA no valieron la pena. Hubo momentos brillantes, por supuesto, pero al equipo no le fue bien y la realidad es que yo apenas podía ya moverme” agregó.

Ahora, su limitación no le permite jugar al fútbol siquiera con sus hijos: “Podría jugar al fútbol de vez en cuando con los niños. Ahora ni puedo hacer eso. Es un deporte genial, muy divertido. Pero si no puedes moverte como Dios manda, es duro. Intento jugar un par de veces a la semana, pero no tengo casi movilidad. Casi todo lo que juego son partidos de dobles, pego algunas derechas desde el fondo de la pista y poco más”.

A pesar de esto, también comentó la dificultad de aceptar el retiro en el momento justo: “"No es fácil tener claro cuándo tienes que parar. Sigues disfrutando, sigues motivando, el cuerpo va aguantando”.

Por último, Dirk comentó cómo es su actualidad: “Ahora, lo mejor es que puedo organizarme mi tiempo. Puedo tomarme un mes totalmente libre y dedicarme a hacer cosas en casa con mi mujer. Y después puedo estar unas semanas más activo en mi rol de consejero de los Mavs. Ahora soy mi jefe. Por eso les dije a los directivos de los Mavericks que este era el rol que quería ahora, no quería meterme en un trabajo a tiempo completo. Estoy muy cómodo así”.