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La NBA no sabe de sentimientos. Siempre fue así y los que no lo ven así lo sufren. Más allá de estar pendientes de lo que ocurre con Facundo Campazzo, son muchos los jugadores que viven con incertidumbre estos momentos o los que directamente ya lo pasaron y tuvieron que armar las valijas para irse. 

Hasta ahora, el caso más emblemático es el de CJ McCollum, que después de 9 años en Portland (su único equipo), se fue a New Orleans, tras entrar en un canje múltiple que llevó a Josh Hart a los Blazers. Se acabó así una de las duplas más potentes de la NBA, la que formó con Damian Lillard, pero que no consiguió éxitos colectivos como se esperaba.

Lillard fue justamente el que salió a escribirle en su cuenta de Instagram para despedir al compañero y amigo: "Agradecido por nuestra hermandad y amistad sobre todo hermano. Sabíamos que llegaría este día pero eso no lo hace más fácil. ¡Me duele el corazón saber que esta mierda no será lo mismo, pero el amor que se ha ido siempre permanecerá C! Tú sabes qué hora es conmigo siempre. Todo lo mejor de aquí en adelante mi hermano". 

Lillard y McCallum lograron números casi nunca antes vistos, al completar 7 años consecutivos anotando al menos 20 puntos de promedio cada uno. Una locura. Habrá que ver ahora quién ocupa el espacio dejado por McCollum en la ofensiva y cómo se ajusta CJ a un equipo como los Pelicans, que vienen amagando sin concretar.

 

 

 

 

 

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