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La idiosincrasia argentina de los clubes de barrio siempre tiene a representantes de ese sentido de pertenencia inquebrantable. Pero pocos lograron hacer lo de Mariano Ceruti en Libertad de Sunchaeles.

Formado desde la escuelita del club, el Bebo tiene la enorme particularidad de haber sido campeón de Liga B (actual Federal), TNA (actual Liga Argentina), Liga Nacional, en un logro al alcance de pocos. Y si a ese dato le agregamos que todo lo hizo con el equipo de su vida, toma una mayor dimensión.

El alero vive su quinto ciclo en la institución santafesina, donde comenzó a jugar como profesional en el lejano 1994 en la Liga B. Desde allí consiguió el título del tercer escalón en esa temporada, luego fue campeón del TNA en 1998, en 2002 ganó la Liga Sudamericana, con MVP incluido, en 2008 ganó la Liga Nacional, mientras que también logró el Súper 8 en 2005 y 2007.

En charla con Básquet Plus, expresó su orgullo: “Como un chico de pueblo de acá de mi ciudad es como un sueño hecho realidad. Mirás hacia atrás y ves todos los campeonatos que se ganaron y realmente es un sueño. Cada torneo siempre es importante, sea la liga rafaelina, Liga Sudamericana, Liga Nacional.  Cada una tiene sus cosas especiales, pero lo más especial para mí es cada vuelta ver hacia la tribuna y tener a mi familia, a mis amigos. Lo más importante, más allá de todos los títulos, es ser buena persona, si no sos buen tipo nadie se va a acordar de vos. Creo que obviamente los títulos suman a cada uno, eso no lo voy a negar, le suman al club, le suman a todos, pero lo más importante es ser un buen tipo”.

Un nuevo regreso glorioso al club de sus amores

Y en este último paso, que comenzó en 2021, logró el tricampeonato de la Rafaelina, en este último con los libres definitorios para llevar al equipo al título. Y allí contó la clave para esos tiros libres claves: “No hay que pensar en nada. Esa es la cuestión, porque si te trabaja la cabeza seguramente lo errás. Los libres son muy mentales. Son como los penales en el fútbol. Es un ida y vuelta con el aro, ahí no hay más nadie y concentración máxima y no pensar en nada, simplemente en tratar de que la pelota entre y, bueno, y después también una cuota de suerte. Entraron los dos y bienvenido sea para que nos dé el tricampeonato para coronar el año. Así que muy contento, pero más que nada por los chicos, porque estamos jugando con chicos de 16, 17, 18, todas las edades hasta yo que rompo totalmente todos los esquemas y me quedé con 44”.

A la vez, expresó sus sentimientos: “Las sensaciones que pasan después de 30 años y más que nada haciendo un título con el club de tu amor, de tu inicio, de donde uno se crió, obviamente son hermosas, mucho más sabiendo que estás aportando y ayudando a los chicos del club a crecer. Realmente eso es mucho más importante que un título, tratar de dar una mano a la nueva camada. Realmente tengo un ida y vuelta muy bueno, una química espectacular. Hace tres años que estamos trabajando juntos y cuando uno termina un año y bueno, obviamente coronándolo con el campeonato, las sensaciones son muy buenas, muy lindas, más que nada porque los tiempos de ahora son mucho más difíciles que antes”.

Cinco años después de su último paso, Ceruti decidió volver en 2021: “Libertad me motiva, el club donde uno nació, donde uno se crió, me motivan los chicos. Creo que ellos no se dan cuenta, el club en realidad, los chicos, la gente y obviamente el cuerpo técnico, no se dan cuenta la ayuda que ellos me dan a mí, pase por muchos problemas personales muy intensos, muy grandes en los últimos años. Me motiva a seguir estando en plenitud psicológicamente hablando, obviamente también en lo deportivo y en lo físico, es un desafío que uno se propone y lo lleva al 100%. El superarse, el tratar de estar a la altura siempre y aportando mi granito de arena, desde afuera hacia adentro, el club siempre me motivó, me va a seguir motivando porque es mi segunda casa”.

En esto tuvo mucho que ver su amigo de toda la vida y entrenador de Libertad, Gustavo Lucato: “Tavo es un amigo de los cuatro años, tiene que ver mucho, nos conocemos de memoria. A lo mejor no tenemos los mismos pensamientos, pero tenemos tanta amistad y tanta buena onda que lo hablamos siempre. Obviamente que yo siga jugando al basquet en Libertad tiene que ver muchísimo. Es un chico que sabe mucho de basquet, eligió estar hoy en día en Libertad por un tema familiar, pero tiene mucho que dar para el básquet. Yo creo que cuando se decida ir para arriba no tiene techo”.

Y también para Mariano mucho tienen que ver los jóvenes del equipo: “Tenemos una químicas unida y una empatía que se generó desde que llegué al club. Los chicos valoran un montón todo lo que uno les dice, lo que uno trata de enseñarles o de aportarles de todo lo que adquirió durante todos estos años 30 años.

Una vida en Libertad, un legado eterno

Que 30 años después de debutar el Bebo siga jugando en Libertad habla muchísimo de ese sentido de pertenencia que generan los clubes. Y que haya sido parte importante de la época dorada del club es un plus.

“Ahora te vas para atrás y te ponés a pensar que en un pueblo de 18.000 habitantes lo que consiguió Libertad no es normal, es algo atípico, no pasó en ningún otro lugar, manteniéndose tantos años en la categoría, realmente es algo único y hay que valorarlo, todo lo que se logró hay que valorarlo”.

A su vez, invita a no olvidar en una mirada a futuro: “Las camadas nuevas tienen que saber de lo que es Libertad, lo grande que fue Libertad. Hoy en día lo sigue siendo pero tuvimos que bajar muchos escalones por el tema económico y eso hace que replantearse un montón de cosas. Pero empezar de cero siempre también está bueno, para las camadas nuevas que tengan esa iniciativa ellos de tratar de llegar, de que sea un poco más fácil, entre comillas obviamente, que dejen todo como para tratar de jugar en la primera local y en el federal, me parece que está bueno, que es un buen inicio y que de a poco el club vaya reflotando todo lo que pudo hacer en su momento, así que es algo impensado en su momento, algo enorme, grande y que hoy lo podamos seguir haciendo aunque tuvimos que bajar de categoría es lo mejor que nos pudo haber pasado”.

Por último, intentó poner en palabras lo que es Libertad para Mariano Ceruti: “Es mi escapada de todos los quilombos, de todo lo malo que tuve en toda mi vida. Es mi refugio, es mi familia, es mi segunda casa. Libertad lo es todo. Me apoyo mucho en el club, siento que cuando voy me olvido de todo. Los hinchas mismos me lo hacen saber todos los días. Realmente no tengo más palabras de agradecimiento para el club. Siento que siempre le debo cosas, por eso tampoco paro de brindarme, aunque me duele a todo, al 100%”.

Alejandro Malky / [email protected]
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