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Gimnasia está de festejo, ya que consiguió el 10º triunfo consecutivo con la victoria frente a Platense como visitante. Se trata de la mejor racha de su historia, superando las logradas en la 2003/04, 2015/16 y la 2016/17, cuando consiguiera 9 seguidas.

Desde el 15 de febrero los de Martín Villagrán no conocen la derrota. Hasta esa fecha llevaban 8 triunfos en 20 partidos, sin poder afianzarse y encontrar una regularidad. Pero hubo dos cambios clave: las llegadas de Robert Whitfield (cuarto anotador con 9.4 unidades) y sobre todo de Kenneth Horton (segundo anotador con 13.7 puntos) lo que permitió sumar jerarquía en la resolución del uno contra uno y también acomodar roles claros.

Desde allí hubo 5 triunfos fuera de casa y otros 5 en el Socios Fundadores, donde el Verde aún no había podido hacerse fuerte en esta 24/25. A su vez, también mostró presencia, ya que en esta racha solo ganó por más de 10 puntos ante Zárate y frente a Argentino. Sin ir más lejos, ante Platense remontó 19 puntos y terminó ganando por 6.

Pero no todo fue solo por la llegada de los dos estadounidenses, sino también por la consolidación de dos jóvenes valores como Martiniano Dato, afianzado como titular, y Marcos Chacón desde la segunda unidad. El propio cubano explotó en este último duelo en Vicente López con 28 puntos, 22 en el último cuarto y 9/10 de campo, con 6/6 en triples.

A la vez, se potenciaron Andre Nation y Travis Daniels, ambos sin tanta responsabilidad en la anotación, encontró su lugar Anyelo Cisneros y desde la base creció mucho Emiliano Toretta. Un equipo comodorense que se alargó y que encontró variantes y fuertes anotadores en el momento justo, para reaccionar y posicionarse como un contendiente a tener muy en cuenta en la lucha por la Liga.