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Si hay un extranjero que es muy recordado en nuestra Liga Nacional, ese es sin dudas Sam Clancy Jr. El pivote nació en Pittsburgh, Pensilvania un 4 de mayo de 1982. Tras formarse en la Universidad de Southern California, disputó durante tres años el torneo de la NCAA y sus buenos rendimientos lo llevaron a formar parte del Draft 2002 de la NBA.

Allí fue elegido en el puesto 45 por los Phiadelphia 76ers y empezó su paso frustrado por la NBA. No disputó ningún partido debido a una fuerte lesión en la rodilla. Tras recuperarse, cambió de equipo y cayó un año después en Portland Trail Blazers. Allí tampoco disputó ningún partido y debió mudarse a otra liga estadounidense para jugar en la Continental Basketball Asosiation.

Tras un corto paso por el Valladolid español, Clancy tuvo su primera experiencia en América Latina. Jugó en la liga de Venezuela en Cocodrilos de Caracas durante dos temporadas, y luego se mudó a Rusia para jugar en el UNCIS Kazan.

Su travesía por el mundo continuó entre 2007 y 2011. Allí jugó en Francia, Corea del Sur, Israel y Puerto Rico. Tras su paso por el equipo boricua de Gallitos de Isabela, aterrizó por primera vez en Argentina para jugar en Atenas de Córdoba y llegar a la final, donde cayeron ante Peñarol de Mar del Plata. Luego tuvo un breve paso por Sportivo 9 de Julio de Río Tercero, para llegar a Ciclista Olímpico de La Banda en reemplazo de Peter Ezugwu. Sam tuvo un buen rendimiento en los bandeños e integró el mejor quinteto de la Liga Nacional en la temporada 2013/14.

Clancey permaneció durante una temporada en Santiago del Estero y volvió a Venezuela para jugar en Marinos de Anzoátegui, donde conquistó el subcampeonato del año 2014 en la Liga Venezolana.

En 2014 decidió regresar a nuestro país para jugar en Gimnasia de Comodoro. Allí se empezó a ver la mejor versión del extranjero. Fue subcampeón del Súper 4 de la temporada 2014/15, además de integrar el quinteto ideal de la temporada y ser el mejor extranjero de la Liga Nacional.

Tras dos temporadas en el equipo sureño, Sam se mudó a Córdoba para jugar en Instituto, club en el que permaneció por cuatro temporadas. Allí fue parte importante de la Gloria desde su ascenso a la Liga Nacional y pilar fundamental del equipo que logró el subcampeonato en una serie increíble que se quedó San Lorenzo por 4 a 3. Además del subcampeonato del Súper 2017, torneo que se quedó San Martín de Corrientes, y la final de la Liga Sudamericana en 2018.

Clancy quedó enamorado de Instituto, y su relación con la Gloria es muy buena. En una entrevista con el medio En Redacción el pivote sostuvo. “No sabía que había jugado en 21 equipos en mi carrera, eso es un montón. Pero no tengo dudas, Instituto está en el tope de la lista”