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Dice el dicho que el fruto no cae muy lejos del árbol y así pasa con los González. Chuzito, signado a destacarse en el básquet tras la exitosa carrera de su papá Chuzo. Luciano no solo heredo el apodo con diminutivo sino también la presencia en varios de los clubes donde Luis brilló. Peñarol será hasta ahora el cuarto equipo en común del dúo padre-hijo.

El debut en primera para ambos fue en el tatengue. Unión de Santa Fe le abrió la cancha a Chuzo, en la primera temporada de la Liga Nacional, la 84/85 y en 2006 Chuzito hizo su aparición en el mismo lugar. Fiel a papá el próximo paso fue Echagüe, donde el Chuzo se convirtió en el primer goleador nacional de la Liga.

Luciano tendría 5 equipos hasta volver a coincidir con su legado familiar en Atenas. Córdoba también forjó un lazo para los entrerrianos. En Atenas, Chuzo se coronó campeón de la Liga Nacional 1990. Chuzito también alcanzó la gloria, pero precisamente en Instituto en la 2020/21.

Tras campeonar con el Griego, Chuzo con un Chuzito de pocos meses de vida viró su destino rumbo a Mar del Plata para jugar la temporada 1990/91. En el Milrayitas disputó 43 partidos y promedió 17.7 puntos. Ahora, con 34 años, Luciano vuelve a La Feliz para disputar la Liga Nacional luego de 2 temporadas en el exterior con pasos por Venezuela, Brasil y México. Bajo la dirección de Hernán Laginestra el promedio anotador de papá sin dudas será una de las metas a superar para Chuzito en su viejo nuevo club.

Pablo Catalá / [email protected] 
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