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1998 fue el último año donde Eduardo Dominé, el hijo pródigo de Quilmes de Mar del Plata, jugó e hizo delirar a los cerveceros. El gran tirador llevó a su segunda casa hasta la Liga Nacional y allí terminó con 328 partidos y siendo uno de los grandes referentes. Ahora, 25 años después de aquel cierre que lo llevó a irse a Obras Sanitarias, un Dominé hizo festejar al conjunto marplatense.

Claro, es que Matías es uno de los hijos del gran Eduardo y tuvo su debut a los jovencitos 16 años con la camiseta cervecera de la mano de Luis Fernández, quien fuera compañero de su padre en sus inicios. La estadística dirá que el niño estuvo casi siete minutos en cancha, bajó un rebote, cometió una falta y anotó uno de los dos triples que intentó. Y esa conversión debe tener a todos los memoriosos contando historias y acordándose de lo felices que los hizo sentir Eduardo, un hijo pródigo.

Matías viene de ser parte de la Selección Argentina U15 en el Sudamericano 2022 y sigue el camino de su padre, que jugó en menores y en mayores con la celeste y blanca y ahora es parte del club cervecero en la coordinación de las categorías inferiores. Son tiempos distintos y no habrá que poner las mismas expectativas de que sea igual a su padre, pero a más de uno se le piantó un lagrimón cuando vio el Dominé en la espalda y un triple festejado.

 

 

 

 

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