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La cuna donde la Jugoplastika hizo historia a finales de los 80, ganando 3 Euroligas consecutivas con un equipito liderado por Toni Kukoc, será sede desde hoy de uno de los 4 Repechajes Olímpicos que dará una plaza para Tokio 2020. En la bella Split, en el Spaladium Arena, Croacia buscará ese lugar, que también intentarán conseguir Brasil, Alemania, Rusia y, en menor medida, México. Túnez es el sexto equipo y aparece sin chances de la hazaña.

El torneo se reparte en dos grupos de 3, en los que se enfrentarán todos contra todos, siendo los dos primeros los que se crucen en semifinales, para luego disputar los ganadores la gran final, cuyo ganador se quedará con la plaza olímpica e irá al Grupo B de Australia, Nigeria y el vencedor del Repechaje de Belgrado. El Grupo A lo integran Alemania, México y Rusia y el B, Brasil, Croacia y Túnez. 

Es probablemente el Repechaje con más candidatos a estar en la final, aunque Croacia parta con alguna ventaja por su localía y plantel, más allá de que tendrá ausencias, también ligadas a la NBA, como Dario Saric e Ivika Zubac. Después, tendrá casi toda la artillería que tiene hoy, un tanto menos poderosa que en décadas pasadas. Las dos grandes figuras del equipo son Bojan Bogdanovic, el alero de Utah, y Mario Hezonja, el perimetral ahora del Panathinaikos, pero con varios años en la NBA. 

Croacia necesita una clasificación, luego de perderse el Mundial 2019 por su flojísimo Eurobasket, que le permita renovar su entusiasmo, pero no le tocó un torneo fácil. Ya en su zona tendrá que vérselas con un Brasil que también necesita con urgencia un éxito, y casualmente lo buscará con un croata en el banco con un apellido un poquito ilustre: Aleksandr Petrovic. El hermano de Drazen, sucesor de Rubén Magnano en los torneos globales, lleva lo mejor que tienen para buscar el éxito, salvo Cristiano Felicio y Augusto Lima, que no fueron tenidos en cuenta por el croata en la decisión final. 

Petrovic tendrá un equipo muy experimentado, con 3 jugadores de 37 o más años, como Marcelo Huertas, Anderson Varejao y Alex García. Los 3 son símbolo del equipo, y tendrán que asumir roles centrales, sobre todo Huertas, que permanece intacto físicamente y que viene de un temporadón en la acb española. Varejao estuvo en los Cavs de la NBA casi en forma testimonial y Alex siguió en alto nivel, pero en Brasil. Después, el reparto tiene de todo. Jugadores en plenitud, como Vitor Benite, Lucas Mendl, Lucas Mariano y Lucas Dias; jóvenes que deberían explotar, como Bruno Caboclo y Georginho. Y un veterano intermedio como Rafael Hettsheimer. Si algo tiene el plantel es talento. Y si algo les faltó siempre fue compromiso y carácter en este tipo de torneos. Es el momento para cortar esa mala historia. El grupo lo completa Túnez, cuyo único punto fuerte es la presencia de Salah Mejri, el ex NBA y ex Real Madrid de 2.17 metros. 

En la otra zona se van a sacar chispas, porque los tres pueden meterse en semis. Alemania tendrá muchísimas bajas, si contamos todos los alemanes disponibles. No van Schroeder, Hartenstein, Kleber ni Theis. Demasiada ventaja para aspirar a una plaza olímpica tan disputada. Con los que tiene va a dar batalla y debería meterse en semis, pero más que eso, difícil. 

México, con Gustavo Ayón y Paco Cruz como líderes, busca una hazaña, que tampoco parece probable, con el exjugador Omar Quintero en el banco. Y con Daniel Amigo en el plantel. El chico, hijo de padre argentino, que alguna vez fue probado por Sergio Hernández en una preselección y finalmente no quedó. Y Rusia, en uno de sus momentos más bajos de los últimos tiempos, sin Shved y con poca sangre nueva de calidad, deberá apoyarse en su poderío físico más que en su talento. Interesantísimo torneo para ver quién va a Japón, por la paridad más que por la calidad. 
 

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