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Durante el larguísimo receso de este 2020 inolvidable (para mal), Instituto se fue armando primero por si terminaba la temporada 2019/20 y después para la 2020/21, pero sin hacer locuras. Y fue metiendo bocados sueltos, hasta que al día de partir hacia Buenos Aires, le puso la cereza al postre con el fichaje del venezolano Néstor Colmenares. 

La repatriación de Bertone, la continuidad de Scala, Cuello y Espinoza y los agregados de Alessio, Chiarini, Torres y Colmenares, hacen cuestionable si este equipo es menos poderoso del que llegó a las semifinales de la BCLA ante Flamengo, con un presupuesto mucho mayor. Creemos que está, mínimo, al mismo nivel. 

Sepo Ginóbili, como otros entrenadores, logró meter mucha experiencia en el grupo (Alessio, Bertone, Colmenares), que en un torneo como el que se viene, parece que puede ser una clave. El formato quizá favorezca a los que puedan mentalizarse y mentalizar al resto de estar encerrados durante un mes y medio solo jugando, entrenándose y en la habitación de un hotel. No será fácil. 

Por otro lado, sumaron variantes anotadoras en todos los puestos, con Bertone y Chiarini en la media cancha, con Alessio, Torres y Colmenares en la pintura. A priori, aparecen como uno de los equipos más potentes del torneo ofensivamente, algo que en años anteriores quizá tuvo más focalizado en un anotador explosivo, tipo Davis.