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El pasado 16 de junio, Golden State Warriors venció en el último partido de las Finales de la NBA a Boston Celtics y demostró que su vigencia está intacta. Estuvieron presentes en 6 de las últimas 8 finales y la dinastía Steph Curry, Klay Thompson y Draymond Green consiguió su cuarto anillo.

Si bien Green siempre es colocado en una posición polémica con respecto a su personalidad explosiva y ser conocido como un jugador conflictivo que hace el trabajo “sucio” del trío más importante de la historia de la franquicia de San Francisco, lo cierto es que es el jugador más importante que tuvo el equipo desde 2015.

Según datos publicados por Statmuse, Green se encuentra entre los dos primeros en el ranking de victorias, rebotes, asistencias, robos y bloqueos en los Playoffs de la NBA, desde 2015 hasta el presente.

A Green le queda todavía un año de contrato para la próxima temporada por 25 millones de dólares y una opción de jugador para la 2023-2024. Según sus propias declaraciones, se espera que se quede en los Warriors por algunos años para seguir demostrando que es uno de los jugadores más dominantes de la historia de la NBA en el aspecto defensivo y la pieza más importante del equipo en postemporada.