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La Liga Nacional tiene muchas historias para contar. Uno de los jugadores experimentados, con una larga trayectoria en el Argentina es Diego Gerbaudo, si bien hoy no está disputando la máxima categoría, tiene mucho recorrido.

El oriundo de James Craik fue uno de los primeros argentinos en romper el molde, armar las valijas e irse a jugar a Europa de muy pequeño. Diego cautivó a los ojeadores de Real Madrid cuando todavía era un adolescente y se convirtió en jugador del club.

En el Madrid vivió grandes experiencias y compartió equipo y cancha con grandes estrellas: Bojan Bogdanovic fue uno de ellos, con quien vivió durante dos años y forjaron una gran relación, “me acuerdo cuando venían los padres y las hermanas y nos hacían comida croata. La pasábamos muy bien”, comentó Diego. Pero no fue el único: enfrentó a Nikola Mirotic, Serge Ibaka y Boban Marjanovic. Participó del prestigioso Nike Hoop Summit. Agregó que todavía mantiene relación con Bojan y cada tanto se mensajean.

En Argentina jugó en varios clubes y disputó las finales de la Liga Nacional con Atenas de Córdoba ante Peñarol de Mar del Plata y recordó: “Me acuerdo de esas finales, estaba Facu Campazzo del otro lado. ¡Estaba gordito todavía y no lo podía parar (risas), imagínate ahora!”.

Hablamos con Diego para repasar su carrera, su llegada a Bochas para jugar la Liga Cordobesa, su paso por Real Madrid y más.

- ¿Cómo surge la posibilidad de irte a jugar la Liga Cordobesa en Bochas?
- Me mandó un mensaje Agu Jure pero yo no podía fichar con ningún equipo porque tenía contrato con el CEB de Puerto Montt, dos años garantidos, pero por cuestiones económicas tuvimos que llegar a un acuerdo para poder rescindir porque ellos no iban a seguir jugando. Quedé medio colgado con el mercado de la Liga. Me habló Agu, además está Cristian Colli que lo conozco de Atenas y me dijo si podía ir a jugar unos partidos en reemplazo de él, le dije que no tenía problemas. Yo estaba entrenando con Independiente de Oliva.

- ¿Tuviste alguna oferta para fichar en Argentina?
- No, porque, como te decía, quedé medio colgado, estaba todo armado acá. Además la idea es volver a Chile en diciembre para jugar la Liga Nacional, así que si llegaba a fichar en Argentina tenía que ser algo temporal.

- ¿En qué momento de tu carrera te llega esta chance de volver a Córdoba?
- En un muy buen momento. Se vuelve a disfrutar lo que eran los provinciales y todo el folclore que tiene la liga cordobesa, el post partido también. Tiene su lado amateur que está bueno y no se disfruta tanto en otros niveles. Estoy muy contento. La gente de Bochas de Colonia Caroya me trató excelente y los compañeros de equipo también. Voy a tratar de disfrutar al máximo el tiempo que esté acá.

- ¿Cómo proyectas el resto de tu carrera?
- Voy a disfrutar mientras se pueda. Estar tranquilo y cuando ya no me de más el cuerpo y no esté más la motivación de seguir entrenando, ahí lo voy a dejar. Mientras tanto, estoy con muchas ganas y hay algunas chances de ir para afuera, eso me pone contento.

- ¿Por qué arrancaste en Gimnasia como profesional?
- Arranqué en Gimnasia porque yo tenía un pre-contrato con Real Madrid y querían que vaya a un club de liga. A Gimnasia le había ido muy bien el año anterior, había jugado la final con Boca de la Liga Nacional con Gonzalo García, así que me fui para allá. Tenía muy buenas inferiores, así que terminé arreglando ahí. Estuve un año ahí y al año siguiente fiché con Regatas de San Nicolás para jugar el TNA.

- Fuiste campeón en diversas categorías, jugaste por varios lados, ¿sentís que te quedó pendiente algo por hacer en tu carrera?
- Si, uno siempre soñó con salir campeón de la Liga que es el torneo más importante en Argentina. Uno nunca deja de soñar. Creo que va a ser medio complicado que pase, pero uno nunca sabe. Y, por otro lado, ojalá pueda terminar jugando acá en el club de mi pueblo, en Chañares de James Craik.

- Una presión para los dirigentes.
- Voy a tener que pelear con mi viejo para ver el contrato (risas). Hace varios años que está metido en el club, así que voy a tener que negociar con él.

- ¿Cómo surge la chance del Real Madrid?
- Surgió en los campeonatos argentinos de Villa María, el de pre-infantiles en 2003. Ese torneo jugué muy bien, metí muchos puntos En esa época andaban muchos ojeadores del Real Madrid, del Barcelona, entre otros equipos, les gustó como jugué, hablaron con mi representante que era Miguel Ferreyra y empezaron los contactos. Todas las navidades y los años nuevos yo iba a España a jugar el torneo Júnior de L'Hospitalet. Cerramos el contrato y me fui tres años para allá.

- ¿Cómo fue esa experiencia?
- Increíble. La verdad es que me hubiese gustado quedarme unos años más. La verdad que a los torneos que iba los jugaba muy bien, creo que me faltó un poquito de suerte para poder quedarme. Jugué en el segundo equipo, en LEB Plata. Yo vivía con Bojan Bogdanovic, vivimos juntos dos años y los dos cortamos contrato al mismo tiempo: él se va para Croacia y yo para Sicilia. Antes de que firme el contrato el club desaparece por no haber pagado los impuestos. Ahí quedé colgado y me vuelvo en Quimsa de Santiago del Estero.

- ¿Te faltó algo aparte de suerte?
- Sí, yo no tenía un agente en Europa, situaciones de un inexperto.

- ¿Te marcó en tu carrera?
- Si, me frustraba un poco. Sentía que a otros compañeros lo subían al primer equipo y yo tenía mejor rendimiento y me frustraba un poco. También era más chico. Pero no me arrepiento de lo que viví ahí en el Real Madrid.

- ¿Sentís que fueron presionados o charlaron entre ustedes, que era una camada que se esperaba que se sumara a la Generación Dorada?
- No. Me parece que hubo muchas buenas camadas en el medio. La que jugó el Mundial U21 en Argentina era muy buena, la del 90 con Juan Fernández, Nico Laprovíttola, era muy interesante.

Federico Radulovich / [email protected]
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