Copa del Rey

Real Madrid versus Barcelona: la madre de todas las batallas

22:15 17/02/2024 | El clásico deportivo más importante del mundo definirá mañana un nuevo campeón de la Copa del Rey, con acento argentino. Historia eterna.

Aunque parece normal hoy, la historia pasada no ha sido tan generosa con los argentinos en cuanto a sus participaciones basquetbolísticas en el Real Madrid y el Barcelona, los dos clubes más importantes de España y, al menos en básquet, en el Top 5 de la historia de Europa, sin lugar a dudas. Es curioso, pero ni siquiera la Generación Dorada estuvo muy presente en estos equipos, salvo en la muy exitosa última etapa de la carrera de Chapu Nocioni con los blancos, ganando la Euroliga 2014/15.

Justamente desde allí empezó a darse vuelta un poco la historia, que tuvo un lejano y primer contacto con argentinos a partir de la larga carrera de Juanito De la Cruz, sobre todo en la etapa previa a la ACB, en Barcelona, luego estuvo Marcelo Nicola, sin tanta repercusión, Pepe Sánchez, que fue hasta Laprovittola el único que vistió ambas camisetas, Lucas Victoriano en el Madrid (furor total cuando llegó, aunque no reflejado luego en títulos), Ariel Eslava, Pablo Prigioni y, como entrenador, Julio Lamas. 

Sin embargo, en esta última década, desde la llegada de Facu Campazzo, se potenció la presencia argentina en el Madrid, abierta sin dudas por Nocioni, con el arribo luego de Gabriel Deck y del propio Laprovittola, que luego partió sin escalas, directo al Barcelona, para convertirse en estos dos últimos años en la cara del equipo culé, llegando a dos F4 consecutivas de la Euroliga con ese equipo. 

Mañana, aunque ya pasó en ocasiones pasadas (la última en 2022 con Deck en el Madrid y Lapro en Barcelona), quizá sea la que muestre a los argentinos en una posición más importante en los dos finalistas. Campazzo y Lapro son líderes en sus equipos y Deck una pieza vital para los blancos, hoy favoritos a quedarse con el título más importante de España después de la Liga. 

La llegada de Facu después de 3 temporadas afuera le dio al equipo de Chus Mateo el extra que necesitaba. De hecho, fue la única incorporación desde la temporada pasada, en la que ganaron la Euroliga (sin ser candidatos centrales), pero casi de forma unánime considerada la movida más importante del mercado europeo en el receso. 

Esto no implica que en una final de Copa, y frente al Barcelona, las apuestas lo favorezcan claramente. El Barcelona ha demostrado en sus dos choques iniciales que vino por todo y, aunque no le sobró demasiado contra el Manresa en cuartos, aplastó de forma despiadada al Tenerife en semis, mientras que el Madrid sufrió mucho contra el Murcia y despachó al Valencia con claridad en semifinales, con mucha contundencia. 

Esta Copa demuestra, una vez más, que aunque en la ACB el Barcelona no ha sido tan sólido, nadie se acerca en España a las dos plantillas más completas de la Liga, y que cuando hay un título importante en juego, las cosas cambian. Ni hablar cuando Ricky Rubio se agregue al conjunto catalán. 

Pero la Copa es mañana. El juego interior más poderoso de Europa (Tavares, Poirier, Deck, Yabusele y hasta Hezonja), contra otro de los fuertes (Vesely, Hernangómez, Parker, Da Silva); dos media canchas furiosas (Campazzo, Musa, Llull, Rudy, Chacho ante Satoransky, Lapro, Kalinic, Abrines, Jokubaitis, Brizuela) y, paradójicamente, dos entrenadores todavía con mucho hambre y necesidad de demostrar que merecen estar donde están, porque aunque Chus Mateo se consagró campeón de Europa en el 2023, todavía no pudo hacer olvidar la década increíble de Pablo Laso y Roger Grimau se está estrenando en un banquillo que conoce, pero como jugador. Si gana, será un acierto para él, pero todavía más para la Bomba Navarro, el director general que lo eligió. 

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