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Isaiah Austin fue protagonista hace un par de años de una de las historias más tristes y conmovedoras que se hayan visto en la NBA en el último tiempo. Luego de su paso por la Universidad de Baylor, el ala pivote era considerado uno de los mejores proyectos del Draft 2014 y tenía por delante una prometedora carrera en la NBA.

Sin embargo, de un momento para el otro, su sueño se esfumó. El jugador, ciego de uno de sus ojos, fue diagnosticado con Síndrome de Marfan y al correr riesgo su vida, los médicos le avisaron que ya nunca podría jugar al básquet de manera profesional. Con apenas 21 años, Austin anunciaba su retiro.

La NBA tuvo un gran gesto con el joven, cuando Adam Silver decidió seleccionarlo en el Draft 2014, a nombre de la liga, como un reconocimiento y un apoyo para lo que se venía. La historia parecía terminar ahí, hasta que este miércoles llegaron noticias sorprendentes.

El propio Austin publicó un video anunciando que había recibido el alta médica de los doctores y que contra todos los pronósticos, podía volver a jugar al básquet. No solamente de manera recreativa, sino incluso comenzar con su etapa profesional.

De esta manera, Austin ya se encuentra en el grupo de agentes libres de la NBA, a la espera de que algún equipo lo convoque. Obviamente los dos años de inactividad y las dudas sobre su salud y ceguera parcial, pueden asustar a varias franquicias. Pero jugadores con su altura, movilidad y tiro no aparecen todos los días, por lo que seguramente no tardará en aparecer alguna oferta, ya sea de NBA o D-League. Tremenda historia, que parece tener un desenlace feliz.

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