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Este miércoles marcó el comienzo de una nueva temporada de la Liga de Desarrollo y más allá de prestarle atención a todos los jóvenes que participan de la misma, siempre hay un especial foco puesto en los chicos más altos del torneo, en una posición de pivote en la que nuestro país tiene menos recursos y opciones que en otros casos. Por eso, les proponemos conocer a las torres del torneo. 

El techo del certamen y del básquet argentino en general, lo pone Joaquín Lallana, pivote de Atenas de 21 años y 2,17 de estatura. Está claro que Lallana todavía está desarrollando los diferentes aspectos físicos y técnicos de su juego, y que seguramente será un proceso que lleve su tiempo. Sin embargo, el potencial que le da su estatura es enorme y ya está empezando a mostrar señales de un progreso interesante: en el debut de Atenas anotó 8 puntos y bajó 5 rebotes en solo 17 minutos en cancha, lanzando 3 de 5 de campo.

El segundo jugador más alto del torneo es Christian Bihurriet, con 2,09. A sus 17 años, el atlético Bihurriet está tratando de ganarse un lugar en San Lorenzo y es otro de los que dejó una buena imagen en la presentación del miércoles: sumó 10 puntos y 7 rebotes en 29 minutos, agregándole 2 asistencias, 1 tapa y un perfecto 4 de 4 de cancha. Se trata de un pivote con pasado y presente en selecciones formativas y sin dudas, uno de los mejores proyectos a futuro de su posición.

Apenas por debajo, en el tercer escalón del podio de altura, aparece Agustín Caffaro, de 2,08. Caffaro (22 años) ya ve minutos en la rotación de Boca Juniors en la Liga Nacional y seguramente vaya a tener mayor participación allí que en años anteriores. De todas maneras, también tendrá sus minutos en Liga de Desarrollo, donde viene de ser uno de los pivotes más determinantes de la campaña anterior. Su combinación de estatura y capacidad atlética lo convierten en un diamante en bruto.

Curiosamente, el otro jugador de 2,08 de la competencia también participa en Boca Juniors: se trata de Juan Cruz Germano, categoría 1999. Germano es otro de los que tiene pasado en selección Argentina y con su potencia física y rendimiento defensivo, intentará terminar de hacer pie en la Liga de Desarrollo. Es otro cinco a tener muy en cuenta para el mediano plazo.

Ya con 2,07 aparece un caso diferente: Juan Hierrezuelo, quien a diferencia de los anteriores nombrados, alterna entre las posiciones del tres y el cuatro. A sus 17 años, Hierrezuelo juega en San Lorenzo, donde se destaca por su buena explosión atlética y producción en los tableros. En el debut del Ciclón ante Bahía sumó 9 puntos y 6 rebotes en 21 minutos en cancha.

Por último, son cuatro los jóvenes que aparecen de 2,06 de estatura. Uno de ellos es Tomás Chapero, quien con solo 16 años, ya ve minutos en el tricampeón Bahía Basket. Chapero tiene muy buena mano para su edad y altura, situación que lo ha llevado a selecciones nacionales y también al reciente Jordan Brand Classic en los Estados Unidos. Es otra de las joyas a futuro de nuestra cantera.

Un caso particular es el de Lautaro Berra, probablemente el más avanzado en su juego de todos los chicos de esta lista. De todas maneras, habrá que ver cuántos minutos tiene en la competencia, teniendo en cuenta su buen presente y su participación dentro de la rotación del primer equipo de Obras. Su talento y recursos ofensivos lo han llevado incluso a formar parte del seleccionado mayor argentino que viene de jugar en Panamá las eliminatorias (no tuvo minutos).

Los últimos dos casos vienen desde Atenas de Córdoba con Ulises Sangoy y Santiago Stanich. En el caso de Sangoy es categoría 2000, mientras que Stanich es 1998. Junto a Lallana, formarán el juego interior de mayor estatura de toda la temporada 2017/18 de la Liga de Desarrollo.