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La WNBA puede sufrir una de las bajas más dolorosas en cuanto a impacto mediático y deportivo: Elena Delle Donne, MVP de la última temporada de la liga y figura excluyente de las campeonas Washington Mystics, corre riesgo de ser excluida de la reanudación por el protocolo de salud que estableció la competencia.

La perimetral padece desde 2008 la enfermedad de Lyme, un problema causado por una bacteria que provoca cansancio, rigidez, entumecimiento de las extremidades y hasta incluso parálisis facial. Esta condición podría ponerla en un riesgo mayor si contrae el Coronavirus durante su estadía en la burbuja en la que se jugará el torneo. "Extraño a mis compañeros de equipo, pero la salud y la seguridad son la prioridad", sentenció la jugadora.

Ante esto, el panel de médicos de la franquicia decidirá si la atleta es excusada y recibe el salario completo. La WNBA planea comenzar a fines de julio en las instalaciones del IMG Academy de Florida. Y, aunque la organización sabe que perder a la pieza más valiosa de la campaña pasada sería un golpe bajo para el desarrollo de esta reactivación, está haciendo todo lo posible para resguardar a sus integrantes.