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Desde su llegada a los Cleveland Cavaliers, JR Smith ha tenido una mejoría notable, si comparamos sus rendimientos con los que venía teniendo en New York. En 24 juegos con los Knicks, Smith promediaba 10,9 puntos, 35% en triples y 2,4 rebotes. Hasta el momento, en 11 partidos con Cleveland, sus números han subido a 14,3 tantos, 37% en tiros de tres y 3,2 tableros.

Sin embargo, las razones lógicas a la hora de justificar el cambio, como podrían ser el jugar al lado de un facilitador como LeBron James o su mayor protagonismo en el esquema del equipo, no son las justificaciones que Smith pone cuando se refiere a su nuevo presente.

"Creo que esta es la situación más favorable para mi. En Cleveland no hay nada que no sea básquet. No esperás nada salvo jugar al básquet. No hay nada, no hay salidas, no hay noche. Hay videojuegos, básquet y más básquet", declaró el escolta al portal de NBA.com.

Smith, notorio por su reputación de poco responsable durante su etapa en los Knicks y muchas veces más noticia por sus acciones fuera que dentro del campo, no es el primer jugador de la NBA que le da un golpe al turismo de la ciudad. Hace algunos años, Joakim Noah declaró: "Cuando vengo a Cleveland me quedó en mi habitación, porque cada vez que miro por la ventana, me deprimo. Es malo. Nunca escuché a nadie decir que vienen a Cleveland de vacaciones".

"Es excelente estar en esta situación, porque me parece que vuelvo a estar donde empezó todo", continuó Smith. "Cuando estaba creciendo nunca tuve permitido salir de noche. Me perdí mi baile de graduación por ir a un torneo de AAU. Para mi en esa época era todo básquet".

Sin embargo, el ex Denver y New York, agrega que todo eso cambió una vez que llegó a la NBA: "Cuando me encontré en esa situación a una edad tan temprano, dije bueno, vamos a ver de que trata la vida, en lugar de seguir enfocado. Así que ahora tengo la chance de volver a mis raices", cerró Smith.