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Con el talento y la experiencia de Kyrie Irving, la prometedora juventud de Jason Tatum y la presencia de Brad Rodgers en el banco de suplentes, los Celtics se ilusionaban en grande en el arranque de la 2018/19, sin embrago su temporada fue un barrilete irremontable que se terminó estrellando en las semifinales de la Conferencia Este al caer por 4 a 1 ante Milwaukee Bucks.

Con cambios en su plantilla, como la salida de Kyrie Irving que se fue a Brooklyn Nets luego de ser apuntado por sus falencias como líder del equipo y la llegada de Kemba Walker o Al Horford, las expectativas se renovaron. Sin embargo, Marcus Smart se encargó de analizar el curso pasado: “Llamemos a las cosas por su nombre. Éramos disfuncionales y todos tuvimos culpa en eso, salíamos a la cancha y no sabíamos qué hacer”

Además, apuntó contra las versiones que circulan en Twitter: “Ves cosas de las más extrañas, a veces me hacen reír”. La pelea por un lugar en playoffs parece mantenerse más pareja en el Oeste, sin embargo, los Celtics no pueden confiarse después de una temporada de irregularidades. El gran objetivo parece ensamblar de manera correcta las nuevas piezas de su roster.