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El transcurso de la 2016/17 marca que los finalistas del torneo, San Lorenzo y Regatas, se enfrentaron en dos ocasiones durante la fase regular. En ambas, el ganador fue el equipo de Julio Lamas, por una diferencia repetida: 13 tantos. El Ciclón se impuso en Corrientes por 84-71 el 14 de diciembre, mientras que el 22 de marzo ganó en el Pando por 99-86. Dentro de ese escenario, hay que aclarar que para esta serie habrá un número de variables. Para empezar, Regatas no contará con Donald Sims para el arranque del enfrentamiento.  Además, el mexicano Aléx Pérez no participó en ninguno de los choques anteriores, como tampoco lo hicieron Gabriel Deck en el primero y Matías Sandes en el segundo, ambos por lesión.

Siguiendo con las tendencias de los juegos previos, hay algunas muy claras y que pueden llegar a repetirse durante esta final. Como ya mencionamos, el principal enfoque de la defensa de San Lorenzo pasa por frenar a Paolo Quinteros y para eso, hay dos puntos claves: la intensidad y el juego físico de Aguirre para marcarlo sin pelota y por el otro, la versatilidad y longitud de los internos de los capitalinos. Una vez que Quinteros tiene el balón, ya no solo pasa a ser Aguirre el encargado de su marcación, sino que los de Lamas involucran muchísimo a sus hombres grandes ante cada cortina directa, incluso terminando ocasionalmente en doble marcas. En cuanto a cambios puros, San Lorenzo no mostró tanta predisposición, a excepcion de cuanto Paolo estuvo marcado por un alero (Mata o Deck). De hecho, cada cortina directa que involucró a Mata, el campeón defensor tuvo la tendencia de cambiar, aprovechando la capacidad del alero de marcar las cinco posiciones de la cancha.

La atención especial que le puso San Lorenzo a Quinteros, abrió algunas líneas de pase para las caídas de los internos, especialmente de Troutman. Igualmente, no solo San Lorenzo puede vivir con el pivote de Regatas tomando mayor protagonismo que el escolta, sino que además todos sus hombres grandes son muy veloces para recuperar la marca, como también sus aleros (Mata y Deck) se muestran muy atentos para las rotaciones y la protección del aro.

¿Cómo fue la defensa sobre Sims? Compartió algunas similitudes de la marcación de Paolo, pero con mayor responsabilidad para la asignación personal. Obviamente la idea de San Lorenzo es pasar cada cortina por arriba y no darle espacio al base tirador de los correntinos. Muy distinta va a ser la ecuación cuando quien arme sea el uruguayo Santiago Vidal: la orden es darle el tiro exterior, aprovechando su 33% en triples de la 2016/17 (1 de 8 contra San Lorenzo).

Pasemos al otro costado. Uno de los puntos más significativos de la propuesta defensiva de Regatas, fue apostar por una estrategia que muchos utilizan ante San Lorenzo: pasar por atrás las cortinas ante Aguirre, eligiendo su lanzamiento externo, por encima de sus posibles penetraciones y descargas. El problema fue que el Penka estuvo muy agresivo y certero con su lanzamiento en los encuentros previos (6 de 11 en triples), además de que cada vez consiguió atacar, marcó diferencias ante un Sims algo débil en ese campo (Vidal puede ser más físico).

Una táctica similar tomó Regatas con el boricua Guillermo Díaz y probablemente harán lo mismo con el mexicano Pérez: no solo porque el escolta está con un 27% en triples, sino porque además contra San Lorenzo es clave cortar su circuito de pases y no recibir rompimientos que obliguen a ayudas y pérdida de posición en la marca. Por supuesto que la historia será distinta a la hora de presionar a tiradores más seguros como Selem Safar, Santiago Scala o el propio Marcos Mata.

Otra situación que se vio especialmente en el segundo partido, fue la realización de steps en las cortinas directas, por los internos de Regatas (sobre todo Troutman). Esto obviamente tuvo sus riesgos, ya que los pivotes de los correntinos no son tan veloces como los de San Lorenzo y además, el juego de pases del Ciclón (incluso de sus pivotes), hace que cualquier tipo de ayuda pueda ser castigada con una descarga para el tirador abierto.

Por último, pasamos a un sector ya no tan utilizado: el poste bajo. En los dos encuentros, Regatas definió seis ataques con esa jugada (1 vs 1 en el poste), de los cuales cinco fueron tomados por Martina y el restante por Troutman. ¿Los resultados? 1/3 de cancha, 2 pérdidas y una falta recibida. Vale mencionar que San Lorenzo suele realizar ayudas muy veloces al poste, buscando generar lanzamientos incómodos o en un ideal, pérdidas de balón. Si se repite, los pivotes de Piccato tendrán que estar más atentos para la descarga (Martina: 0 asistencias en los cruces vs San Lorenzo). Los capitalinos, por su lado, definieron ocho ataques mediante el poste bajo: siete en las manos de Meyinsse y uno por Sandes (no jugó el segundo partido). Los números fueron mucho más positivos: 5-7 de cancha y una falta recibida.