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El equipo bahiense llegó a tierras petroleras con buenos antecedentes “internos” y Franco Pennachiotti como líder de la zona pintada. Y fue ahí donde apuntó el Matador en el arranque del juego. Se hizo muy fuerte en su llave y enfrente, los puntos llegaron de la mano de Nico Giménez, autor de 7 puntos en el cuarto e incontrolable para los rivales. 15-10 marcó el tablero camino al primer descanso. 

Lejos de relajarse, el comienzo del segundo fue más positivo aún. La premisa de defender a full fue inalterable y esta vez las respuestas en ofensiva fueron por duplicado. Valentín Garello y Federico Oggero, con 5 cada uno, estiraron la diferencia ante un rival que no tuvo respuestas y que estuvo cinco minutos sin convertir. Parcial de 11-2, manejo de tiempos en el cierre y cómodo 32-20 camino a vestuarios. El dato de la primera mitad: 20-6 de anotaciones en la pintura. 

Para seguir con esa movida de ráfagas individuales, en el tercer fue el tiempo del perímetro. Lisando Gómez Quintero (5) y Máximo Vélez (6) se encargaron de terminar con todas las ilusiones de Villa Mitre. Le dieron forma a una ventaja de 17 puntos y los pronósticos de cierre tranquilo se cumplieron en el Municipal. 

Con todo definido, el último parcial sirvió para asegurar la victoria y ganar confianza. Patricio Denegri repartió minutos para todos y las respuestas llegaron por todos lados. Petro construyó un triunfo incuestionable ante un rival duro y que se conoce de memoria, pero que nunca le encontró la vuelta al plan diseñado por el cuerpo técnico Matador.