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Posiblemente la franquicia de Boston es una de las que tiene mayor y más rica historia dentro de la NBA. De hecho, son el equipo más ganador, con 18 campeonatos en 22 finales disputadas. Sin embargo, siempre hay espacio para un poco más. Esto es aún más factible si se tiene en cuenta que el jugador que acaba de ingresar en la gloria de los Celtics mide apenas 1,75 metros: Isaiah Thomas.

Con los 52 puntos encestados en la victoria 117-114 ante Miami Heat, el jugador más pequeño de la NBA se metió en un club muy selecto. Solamente ocho veces sucedió que un jugador de Boston haya anotado más de 50 tantos en un partido: Larry Bird -en cuatro oportunidades-, Sam Jones, Kevin McHale, Paul Pierce y, desde la noche del viernes, Thomas. Si se ahonda un poco más, esos 52 puntos son la cuarta mejor marca anotadora que se haya visto alguna vez a un jugador de Boston.

Pero ahí no concluyó la noche mágica de Isaiah, ya que, con nueve triples anotados -en 13 intentos- igualó el récord que había establecido en dos ocasiones Atoine Walker. Seis de estos tiros desde detrás del arco llegaron en el último período y fueron fundamentales para la victoria de su equipo. Pero también lo fueron para que el base -60° elección en el draft del 2011- llegara a 29 puntos en dicho período, con los que se convirtió en el jugador de los Celtics con más puntos en un cuarto, en toda la historia.

Luego del partido, los fans le gritaron MVP desde todos los rincones del estadio, un sueño cumplido para Thomas: "Desde que era pequeño siempre soñé con estar en un estadio NBA y que los fans me cantaran MVP, MVP". A continuación, el imperdible resumen de su actuación que armó la NBA.