Los Lakers son un perfecto desastre, el peor equipo de la NBA con la sola excepción de los Sixers, precisamente contra los que perdieron cuando se enfrentaron Philadelphia durante la presente campaña.
En los dos últimos años ni siquiera llegaron a ganar treinta partidos por temporada, 27 triunfos (27-55) en la 2013/14, y 21 éxitos (21-61) en la 2014/15, y hasta estas cifras, las peores de su historia, parecen inalcanzables en esta edición, que por ahora registra un pobre 4-23, con un 2-16 fuera de Los Angeles, y un 0-14 en duelos directos contra equipos de la Conferencia Oeste.
Y en sus enfrentamientos contra los mejores de la NBA (el último fue el sábado en Oklahoma City) apenas tienen historia. Dentro de ese panorama tan sombrío, los Lakers aún conservan su convocatoria, aunque la misma se debe a una única razón: el adiós de Kobe Bryant.
En cuanto Kobe anunció que esta iba a ser su última temporada en la NBA, cada partido de los Lakers generó una expectativa de gran proporciones, especialmente cuando el escolta visita por última vez cada ciudad después de veinte temporadas con la camiseta de los angelinos.
Por eso ni siquiera los Cavaliers de LeBron James, ni los Warriors de Stephen Curry igualan las cifras de público que meten los Lakers en cada estadio que visitan, una media de 19.223 personas para liderar la competencia por delante de los Cavs (18.979).
Además, el precio de las entradas en reventa se disparó hasta un 85% en cuanto se conoció que ésta sería la última temporada de Bryant, dato que se refiere tanto a los partidos a domicilio como a los que se juegan en el Staples Center, donde se colgó el cartel de "no hay más localidades" en los nueve partidos de la temporada (2-7), y donde sólo hubo nueve encuentros sin sold out en cada una de las dos últimas temporadas, y a pesar del ruinoso rendimiento del equipo.
Además, los Lakers también están en la cabeza de la NBA en el consumo de partidos individuales en el League Pass, una opción nueva de esta temporada que permite ver partidos sueltos por 6.99 dólares cada uno. Sólo Golden State Warriors recibe más compras que los Lakers. Cosa de Kobe Bryant también, claro.