Brasil volvió a presentarse en la Arena Carioca después de haber dejado una imagen bastante opaca hace poco más de un año durante los Juegos de Río. Era el debut como local del equipo en estas eliminatorias FIBA, pero además de tener esa responsabilidad también había cierta ansiedad por corregir un poco aquella pobre foto que había tenido el año pasado en los Olímpicos. El rival no era nada sencillo ya que llegaba la interesante Venezuela de Fernando Duró, pero Brasil supo exhibir una buena performance y se impuso por un claro 72-60, ganando con convicción y sumando su segundo triunfo en estas ventanas.
De la mano de Anderson Varejao (figura con un doble doble de 16 puntos y 12 rebotes), el seleccionado brasileño sacó a relucir una muy buena versión. El predominio del interno, que hoy está sin equipo pero viene de años importantes en la NBA con Cleveland y Golden State, se hizo sentir desde el primer minuto y una Venezuela con varias ausencias de peso (sin Gregory Vargas, David Cubillán y Miguel Ruiz) no le pudo seguir el paso.
Brasil arrancó dominando el primer parcial por 19-7 con Varejao (10 puntos en ese parcial) como clara referencia ofensiva. La diferencia se acentuó en el siguiente periodo, con Aleksandar Petrovic haciendo foco en una rotación más alta (entraron Hettsheimeir, Lucas Mariano, Fischer y Leo Meindl, además del joven Yago) y Brasil se fue escapando hasta un claro 39-20 al descanso largo. Venezuela, opaco ofensivamente y anulado, poco pudo hacer.
Pero los de Duró cambiaron el chip en el reinicio de las acciones. Si bien Brasil bajó un poco el ritmo, la realidad es que la Vinotinto desplegó un muy buen juego en el tercer periodo y fue limando diferencias. En el medio de esa remontada visitante, los brasileños tuvieron el susto de la lesión que sufrió Varejao en su rodilla derecha, eso posiblemente golpeó la moral del dueño de casa pero para alivio de todos el pivote regresó a la pista y volvió a sumar minutos. Tras ese susto, Brasil entró al último cuarto ganando por doce (58-46).
Y si bien no arrancó bien aquel último cuarto, más aún con la presión venezolana que se ejercía en ese inicio, Brasil salió a flote de esa tormenta con el buen reingreso de Yago (terminó con 7 puntos y 2/2 en triples, ambas bombas determinantes). Ahí fue cuando los de Petrovic lo destrabaron, sostuvieron esa ventaja y terminaron llevándoselo por un 72-60 meritorio ante una Vinotinto que apareció solo de a ratos.