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Luego de años de dominio de los Cavaliers, la División Central del Este ha quedado abierta, tras la salida de LeBron James a Los Angeles. ¿Quiénes se anotan para tomar el cinturón vacante? En principio, los Milwaukee Bucks y los Indiana Pacers aparecen como los máximos favoritos, pero la realidad es que hay muchas más interrogantes que certezas.

Si tuviéramos que elegir a un favorito, habría que quedarse con los Bucks, a quienes muchos apuntan como el candidato a dar el mayor salto de calidad con respecto a la 2017/18. Esa sensación se basa en el cambio de estilo que promete implementar su nuevo entrenador, Mike Budenholzer, actualizando la propuesta a un básquet más actual que el que proponían bajo Jason Kidd, con ofensivas más abiertas y una mayor preponderancia del tiro externo. Milwaukee tiene además a un claro candidato al MVP como Giannis Antetokounmpo, reforzado por algunas incorporaciones sólidas (Lopez, Connaughton, Ilyasova) que prometen alargar la rotación.

Peleando con los Bucks intentarán estar los Indiana Pacers, revelación de la pasada campaña. Indiana repite el mismo equipo de aquella buena campaña, con Tyreke Evans, Kyle O´Quinn y Doug McDermott (probablemente los tres arranquen desde el banco) como únicas incorporaciones fuertes. Está claro que volverán a avanzar hasta donde los lleve Victor Oladipo y que su techo parece ser más bajo que el de los Bucks. Sin embargo, ya se cometió el error de subestimarlos el año pasado y no hay razones para volver a hacerlo en esta ocasión.

¿Qué lugar le queda a Cleveland tras la salida de LeBron? En principio, los playoffs no parecen inalcanzables, pero tampoco es una garantía que vayan a clasificar a ellos. Kevin Love deberá demostrar que puede guiar a un equipo a la postemporada (no logró hacerlo en Minnesota) y veremos cuánto pueden darle los jóvenes (Collin Sexton, Cedi Osman, Ante Zizic) a un plantel al que parece faltarle gol y desequilibrio individual.

En una situación similar a la de Cleveland aparece Detroit, que con su nuevo DT (Dwane Casey) aspira a meterse a los playoffs. La ilusión se basa principalmente en su pareja de hombres grandes, Blake Griffin y Andre Drummond, pero sacando a sus pivotes, no hay demasiadas razones para ser optimistas con los Pistons. Su perímetro titular (Jackson-Bullock-Johnson) será de los más flojos del Este y la banca está lejos de ofrecer demasiadas soluciones.

Por último, hay que hablar de un Chicago destinado a otra temporada de pelear en los puestos de Lotería. Los Bulls apostaron fuerte por dos jóvenes como Zach LaVine y Jabari Parker en la agencia libre, pero ninguno de los dos parece estar listo para liderar a un equipo al nivel de las expectativas que generan sus salarios. De hecho, lo más interesante para los de Hoiberg está en el juego interior, con una dupla de Lauri Markkanen (lesinado) y el rookie Wendell Carter que promete ser la piedra fundacional de un potencial resurgimiento de la franquicia.

Juan Estévez / [email protected]

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