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Con el cambio de calendario, se está dando en esta temporada situaciones que no eran tan comúnes en el pasado, sobre todo, en términos de los números de partidos consecutivos de un equipo, ya sea como local o como visitante.

A continuación, repasamos como le viene yendo a cada conjunto, separado por su primer, segundo, tercer o cuarto en adelante, partido al hilo fuera de casa, para comprobar si realmente las giras tienen el efecto devastador que muchos imaginaban.

Vale aclarar, que sólo fueron tomados para el informe los partidos como visitante correspondientes a una gira de al menos dos encuentros. Es decir, que si un equipo juega un partido como visitante y luego como local inmediatamente, el primer duelo no entra en este informe.

Por otra parte, tampoco se contabilizaron como consecutivos aquellos partidos con mucho tiempo de disputa entre uno y otro (por ejemplo, antes y después del parate de diciembre), contándose en ese caso como dos giras distintas. 

Es cierto que todavía los números son parciales y que siempre hay que agarrar con pinzas las muestras pequeñas, pero al menos hasta ahora, el efecto de los partidos seguidos en estadios ajenos no parece ser el esperado. De hecho, los equipos tienen un mejor porcentaje de victoria en el segundo partido seguido de visitante que en el primero, y el mismo es todavía mejor en el tercero.

Donde si parece haber un bajón de eficacia, aunque de nuevo, con pocas muestras (sólo 8 partidos), es cuando un club entra ya en su cuarto o quinto juego en la ruta. Allí, apenas dos han podido festejar, dejando un 25% de victorias que figura como el más bajo de todo el informe.

En resumen, y aunque nadie pone en duda el factor que juega el cansancio en este tipo de situaciones, los números sirven para mostrar que hasta el momento, no hay una relación directa entre tener una seguidilla como visitante y bajar el rendimiento (al menos en giras de 3 partidos). Seguiremos atentos a los números y veremos si se mantienen al final de la campaña.