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En su primer partido de pretemporada, los Spurs no festejaron el triunfo, pero sí el comienzo de un plantel muy renovado para la temporada 2015/16 de la NBA, como probablemente nunca había pasado en la era Duncan-Popovich.

Anoche, en Sacramento, los Spurs perdieron 95-92 ante el local, pero estaba claro que no era el resultado lo importante, sino empezar a ver en acción a las nuevas caras del equipo, sobre todo LaMarcus Aldridge y David West, aunque también a Ray McCallum, Rashaun Butler y el drafteado Boban Marjanovic.

Justamente por eso, Messina (dirigió al equipo en lugar de Popovich) no utilizó a ningún jugador del tridente (Duncan, Parker, Ginóbili ni viajaron) y tampoco al francés Boris Diaw, todos en proceso de descanso y preparación física para la dura temporada que se viene. Sacramento, por su parte, ya había jugado dos amistosos y presentado a sus caras nuevas (básicamente Rajon Rondo y el ex Spurs, Marco Belinelli).

Así las cosas, al menos hubo chance de ver a Aldridge un rato (23 minutos, para sumar 8 puntos) y a West (22 y 5), pero no mucho más. Los Spurs llegaron a estar 7 arriba en el segundo cuarto, pero Sacramento dominó con amplitud el tercero y, aunque la visita se acercó en el cierre, fue justo vencedor.

La figura del partido fue Rudy Gay, con 26 puntos y 7 rebotes, mientras que DeMarcus Cousins sumó 17 y 10. En los Spurs hubo 16 de Leonard, 15 de Anderson y 12 de Butler. La nota estuvo fuera de la cancha, donde por primera vez en la historia se enfrentaron dos mujeres como asistentes de sus respectivos equipos: Becky Hammon (ya lo era en SA) y la enorme Nancy Lieberman, flamante asistente desde este año de George Karl en Sacramento.