Basquetplus.com

Era la final que la mayoría creía que iba a darse y finalmente ocurrió: Golden State y Cleveland reeditarán desde este jueves, las finales 2015 que dejaron a los Warriors con un nuevo anillo de campeón. ¿Habrá revancha para los Cavaliers?

La forma en la que ambos llegaron a esta definición, difiere bastante. Los Warriors vienen de una serie sumamente exigente desde todo punto de vista, remontando un 1-3 contra el Thunder, para terminar imponiéndose en siete. El ímpetu de la reacción está de su lado, pero también lo está el cansancio. Al menos, en comparación con Cleveland.

Los dirigidos por Lue superaron en la final del Este a Toronto por 4-2, en una llave que no fue tan pareja como lo indica el resultado, más allá de que llegó a estar empatada en 2. La realidad es que los de LeBron siempre estuvieron en control y cerca de cumplir con su objetivo.

En los papeles, Cleveland parece llegar algo más firme en estos playoffs (marca de 12-2 vs 12-5 de los californianos), sin embargo, hay que tener en cuenta el contexto: los de Kerr han tenido pruebas más duras, especialmente OKC, en contraste a unos Cavs que realmente no tienen competencia en la floja Conferencia Este.

Estos dos equipos ya se vieron las caras en las últimas finales, y las mismas nos dejaron alguna enseñanzas de lo que puede ocurrir desde esta noche, más allá de que los Cavaliers en ese entonces no contaron con Kyrie Irving y Kevin Love, y que su entrenador era otro (David Blatt).

La estrategia en aquella ocasión de parte de Cleveland fue muy clara y se espera que la repitan: bajar el ritmo de juego, llevando la pelota al poste bajo con LeBron y no dejar que los Warriors puedan desplegar su insoportable ofensiva de transición, ya sea con rebotes largos o recuperos de balón.

El tema es que los de Ohio vienen haciendo un juego muy distinto en estos playoffs, mostrando una eficacia superlativa con el tiro de tres puntos. Sin embargo, ¿será acertado mantener esa apuesta a un juego abierto con mucho tiro exterior, cuando enfrente están Steph Curry y Klay Thompson? En principio, parecería que no.

La serie nos entregará también algunos muy interesantes duelos individuales. ¿Podrá Irving mantenerse en defensa con Curry o ganará protagonismo Dellavedova, como en el 2015?, ¿volverá Iguodala (MVP de las pasadas finales) a ser determinante en la marca de LeBron, tal como viene de serlo ante Durant?, ¿soportará Love el juego físico de Green? Algunas de las preguntas que todavía no tienen respuesta, pero que le dan un condimento muy interesante a la definición de la temporada.

Otro punto fundamental cuando se llega a estas instancias, es el de la presión. En principio el favorito y campeón defensor es Golden State, por lo que uno podría poner la mayor carga emotiva de su lado, sobre todo si tenemos en cuenta que sería la coronación para una temporada récord (73 victorias en la fase regular).

Sin embargo, hay otra mirada igual o más potable. La presión no está tanto en los Cavaliers, pero sí en LeBron James. El alero ya tiene una irregular marca de 2-4 en series finales y una quinta caída podría seguir dañando su legado. Además, James lleva años siendo considerado El Elegido para darle a la ciudad de Cleveland un título que lleva décadas sin conseguir en ninguno de sus deportes principales.

Como vemos, las finales 2016 tienen de todo y si las del año pasado no decepcionaron, tampoco se espera que estas lo hagan. Warriors vs Cavs, Curry vs James... a cuatro victorias de la gloria.