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La iniciativa fue ideada por Marcelo Richotti, capitán de aquel plantel, y contó con la presencia de sus compañeros Sam Ivy, Wallace Bryant, Ariel Bernardini, Marcelo Vildoza, Diego Maggi, Patricio Simoni y Esteban De la Fuente, además de Alejo Camino, el preparador físico.

Muchos hinchas fueron testigos de la reunión en la que no faltaron las anécdotas y las risas al recordar aquella enorme campaña deportiva en la que el elenco orientado por Néstor Che García superó a GEPU de San Luis en cuartos de final, a Olimpia de Venado Tuerto en semifinales y a Independiente de General Pico en la final.

Bryant, que llegó cuando el camino había comenzado, contó, con un muy buen español, que sentía que sus compañeros eran sus hermanos, que había un excelente grupo y que se complementaban muy bien con el resto de los internos, sobre todo con Diego Maggi. El pivote estadounidense dijo que su paso por Peñarol fue el más especial de todos y que nunca lo olvidará.

Richotti, capitán y alma de aquel conjunto, destacó que la mentalidad era muy fuerte, que el equipo entraba decidido a ganar. Vildoza acotó también que en ataque no eran brillantes pero que su defensa resultó excelente. Maggi, sobre la final, dijo que había sido clave la salida de Michael Wilson en el rival y que Peñarol marcó ventajas en la zona interior.

Simoni, en otro tramo de la charla, recordó el recibimiento que le dio la ciudad a aquel plantel. “Había gente hasta la Laguna de los Padres y tardamos un montón en llegar”, dijo el Pato, quien se sumó desde Resistencia, Chaco. “Fue un logro valorado por toda la ciudad, no solamente por los amantes del básquet o los hinchas de Peñarol. Los que hacían ciclismo, por ejemplo, conocían del título de ese equipo”, agregó Camino. “Tuvo mucho que ver que fue la primera vez”, acotó Maggi desde Mallorca, España.

De la Fuente, a la hora de rememorar anécdotas divertidas, le preguntó a sus compañeros si recordaban cuando agredían en broma a la mascota antes de los partidos, o la vez que se olvidaron a Bernardini en una estación de servicio y volvieron a buscarlo un largo rato después. El escolta tirador rosarino, que venía teniendo una excelente performance y se lesionó gravemente al romperse el tendón de Aquiles, fue uno de los más participativos y graciosos en la charla, acotando con picardía y buen humor ante varias intervenciones de sus compañeros. La mayoría de las bromas giraron en torno al estado actual de los participantes de la reunión, generando una ola de risas de todos.

Richotti se sumó y contó la vez que al parquet del Superdomo le habían puesto cera y parecía una pista de patinaje. “Al que la cuidaba le dijeron que la cancha tenía que brillar y el tipo cumplió, eh”, agregó entre risas Simoni.

Ivy, quien también se sumó con el camino empezado, fue blanco de las bromas de Camino, quien contó que aquella cara de buen hombre se transformaba cuando lo hacían correr mucho tiempo. Sam, desde Estados Unidos, aplaudía y se reía sin parar.

También fue importante un momento que recordó Vildoza, cuando contó que en Paraná, antes de enfrentarse a Echagüe, García les preguntó si estaban listos para ser campeones. Así pasaron los diálogos, la charla entre compañeros de equipo y amigos que se reencontraron después de mucho tiempo y gracias a la tecnología, durante casi una hora y media, vivieron un hermoso reencuentro acompañados por fieles testigos, muchos de los cuales disfrutaron de aquel título en la tribuna.