Liga Nacional

Lamonte: "Volver a jugar a Peñarol es uno de mis sueños"

18:13 13/01/2015 | Hablamos de todo con el ex extranjero de Peñarol: su paso por el equipo, su experiencia con glorias de nuestro básquet y su actualidad.

Lamonte, muy querido en Peñarol. (foto: Los Martines)

Todo el Mundo sabe del cariño que tenés por Peñarol, y a su vez, del cariño que tiene la gente de Peñarol para con vos. ¿Fue una conexión que se dio de manera instantánea o llevó su tiempo?, ¿por qué creés que se dio así?

Yo pienso que pasó de forma inmediata. Ni bien arreglé mi contrato con Peñarol empecé a recibir mensajes de apoyo en Facebook de parte de fans de Peñarol. Todos me deseaban suerte y realmente me bañaron de amor. ¿Cómo no podés querer a gente así? Realmente no se cual fue la clave para la relación, pero lo valoro muchísimo.

Jugaste en clubes y ligas importantes en el Mundo. ¿Dónde ponés a Peñarol y la Liga Nacional en esa lista?

El equipo de mi primera temporada en Peñarol, de enero a junio de la 2009/2010 fue el mejor equipo en el que jugué en mi vida. Y aunque todavía tengo que debutar en la Liga de Breasil, la Liga Nacional de Argentina es la mejor competencia en la que he jugado.

Obviamente no hablo de esta temporada, pero ¿creés que vas a volver algún día a Peñarol?, ¿es algo que te gustaría para tu futuro?

Definitivamente uno de mis sueños es ponerme esa camiseta de Peñarol sobre mi cabeza y jugar en el Poli. Los fanáticos, la ciudad y la organización recibieron a mi familia y a mi con los brazos abiertos. Mi mujer e hijos amaron la ciudad. Realmente fueron algunos de los años más felices de toda mi vida.

Te tocó jugar con dos históricos de nuestro básquet como Leo Gutiérrez y Martín Leiva. Contanos un poco de ellos, especialmente en cuanto a sus estilos de liderazgo y los desafíos que te representaron en el día a día.

Martín es uno de los jugadores menos egoístas con los que he jugado. Todos los equipos exitosos precisan un jugador de ese estilo. Hizo un montón de cosas para ayudarnos a ganar y no siempre eso se ve reflejado en la hoja estadística. Era nuestro protector.

Leo es un ganador puro y la definición de un líder. Siempre te mantenía a raya si hacías algo mal y hasta podía gritarte en la cara, pero también es la primera persona en decirte que hiciste un buen trabajo y darte una palmada cuando hacés algo bien. Además es un tipo que nunca se quiebra ante la presión ni tiene miedo de hacer lo necesario para que el equipo gane.

¿Y con respecto a tu experiencia con Sergio Hernández?

Sergio debe ser uno de los mejores técnicos de todo el Mundo. En un principio fue raro jugar para él porque en Estados Unidos sólo estaba acostumbrado a jugar para dos tipos de entrenadores: el que te grita todo el tiempo y todos le tienen miedo (no todos pueden rendir con este tipo de entrenadores) o el que es amigo de todos y los jugadores generalmente lo pasan por encima y no lo respetan. Sergio es la combinación perfecta entre ambos. El podía e iba a gritarte y enojarse con vos cuando lo precisaba pero también podía ser tu amigo sin perder ningún tipo de autoridad. Practicábamos y hacíamos lo que teníamos que hacer sin importar si tardaba 45 minutos o dos horas. Sus jugadas tácticas durante los partidos y entrenamientos siempre parecían funcionar exactamente como las dibujaba. Podría hablar eternamente de Sergio, pero en resumen: es grandioso. Los tres, Leo, Martín y Sergio lo son. Me encantó jugar con y para ellos. Me abrieron los ojos para un montón de cosas que no sabía que existían dentro de una cancha de básquet.

También jugaste con Facundo Campazzo, un jugador muy especial, que ahora está en un equipo de elite como el Real Madrid. ¿Le veías esta clase de potencial cuando era tu compañero?

Facu es mi hermano. Todavía hablamos por mensajes. Me acuerdo cuando me di cuenta que era muy bueno. Cuando llegué a Mar Del Plata, después de practicar un par de veces con él, le pregunté que edad tenía. Cuando dijo 17, quedé shockeado. Pensé en la clase de jugador que era yo a los 17 años y se que a esa edad no hubiera podido competir en la Liga Nacional. Me asombró. Después siguió desarrollándose y volviéndose cada vez mejor. Me acuerdo que le dije cuando iba a la Selección: "Anda y se Facundo Campazzo". Ese chico es asombroso.

Antes hablabas de las cosas que aprendiste en nuestra Liga, ¿qué aspecto de tu juego creés que desarrollaste más en Argentina?

Creo que jugar sin la pelota. Argentina es un país con jugadores de mucha habilidad así que siempre te tenés que estar moviendo, ya sea para generar espacios, para poner cortinas o para cortar. Tenés que hacer algo, no podés simplemente estar parado y mirando al jugador con la pelota. Además, el jugar con un grupo lleno de ganadores como el de Peñarol, me enseñó a como ganar partidos. Mi mamá solía decirme "los ganadores encuentran la manera para ganar", y en Peñarol ganamos muchos partidos porque tuve la fortuna de ser compañero de esa clase de ganadores.

Finalmente te pregunto por tu presente. Dejaste Lituania y vas a jugar en Uniceub de Brasil. ¿Cuáles son tus expectativas para esta parte de la temporada?

Sí, dejé Lituania porque el básquet ahí no es lo que esperaba. Los jugadores son grandes y quizás más fuertes, pero eso causa que su básquet sea bruto y barbárico. Su nivel de habilidad e inteligencia basquetbolística no es lo que me contaron que era. Además, mi equipo se sentía demasiado conforme con cada derrota. Ahora estoy en Brasilia y como me dijo Sergio, me va a encantar. La organización es muy profesional y realmente les importa el básquet y sus jugadores. Mis exéctativas son las mismas de siempre: ayudar a mi equipo a ganar la mayor cantidad de partidos posibles. Uniceub viene con algunos problemas por lesiones así que espero que podamos desarrollar química e impulso para el cierre de la temporada y los playoffs.

 

Juan Estévez
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @JuanEstevez90
 
 

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