La noche que Russell y Chamberlain sumaron más rebotes que puntos
13:48 21/02/2020 | Fueron los dos jugadores más dominantes en la zona pintada de la década de los '60 y eso, en una fría noche de febrero en 1963, se les fue de las manos.
Wilt CHamberlain y Bill Russell. Bill Russell y Wilt Chamberlain. Una de las primeras grandes rivalidades que tuvo la NBA. Cada vez que se enfrentaron dentro del mismo campo de juego dejaron hechos históricos que siempre vale la pena recordar. Sin embargo, el juego entre los Warriors y los Celtics que se llevó a cabo el 21 de febrero de 1963 trascendió cualquier registro.
Por ese entonces no se llevaba el control de muchas estadísticas más allá de las básicas: puntos, rebotes, tiros lanzados y encestados, faltas y minutos. Es por esto que muchas actuaciones podrían haber sido mucho más imponentes de lo que se recuerda por la falta de ciertos números, como el quintuple doble del propio Chamberlain que jamás podrá ser corroborado.
El partido que cruzó a Boston ante San Francisco un día como hoy pero hace 57 años no necesitó más que una de esas estadísticas básicas para quedar en la historia. En esa oportunidad, además del resultado final, que fue victoria para los Celtics por 135 a 118, la otra cifra que quedó en el recuerdo fueron los 71 rebotes bajados entre solamente dos hombres: Russell y Chamberlain. Fueron 38 para el jugador de los Warriors, mientras que los 31 restantes para quien a final de temporada se quedaría con el título.
Si bien estuvieron un poco lejos del récord histórico individual, que es de 55 alcanzado por el propio Chamberlain tres años antes, lo cierto es que se convirtió en el segundo juego en el que, combinados dos jugadores, se quedaron con la mayor cantidad de rebotes. El juego que lidera la lista fue el encuentro en el que el propio Wilt alcanzó los 55 y Bill "ayudó" con otros 19 para llegar a 74.
Dificilmente se pueda volver a ver algo igual alguna vez, una guerra tan feroz por el liderazgo de los rebotes entre dos jugadores en el mismo partido. Si bien hay jugadores capaces de alcanzar la treintena, como Andre Drummond o Draymond Green, los 71 es una cifra que no se va a repetir.