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Como desde hace mucho tiempo no pasaba, la temporada 2016/17 está mostrando un gran protagonismo entre los jugadores jóvenes del torneo. No solo a la hora de cumplir un rol o de alargar la rotación, sino en muchos casos, de incluso liderar a sus equipos y anotarse entre los más determinantes del torneo.

Bases (1993 en adelante)

Como es un clásico en nuestro país, probablemente la posición con mayor profundidad sea la del base. Aquí, por ejemplo, encontramos a dos jugadores que lideran a sus equipos en anotación, como José Vildoza (Libertad) con 15,9 tantos y Luca Vildoza (Quilmes) con 15,1. Pero no solo se trata de anotación, sino que también observamos a uno de los mejores pasadores de la Liga, como Pedro Barral y sus 6,3 asistencias por encuentro.

Quizá sin tantos números, pero con igual protagonismo e importancia, aparecen varios bases con mucha personalidad para su edad: Gastón Whelan en Bahía, Sebastián Orresta en Estudiantes y Fernando Zurbriggen en Obras. Se trata de jugadores que juegan bastante por encima de la edad que tienen, con intangibles fuertes y sobre todo, mucha capacidad defensiva.

Además, Nicolás Zurschmitten asoma como el cuarto mejor anotador de Peñarol; Facundo Corvalán está creciendo a pasos agigantados en Bahía; Gastón García despliega mucho talento en los minutos que ve en Argentino, mientras que Jeremías Sandrini y Leandro Vildoza son piezas importantes en la rotación de equipos con objetivos grandes.

Perimetrales (1993 en adelante)

Por el lado de los perimetrales, aparece la mayor producción desde lo numérico. Lucio Redivo lidera a Bahía con 16,3 puntos de promedio, mientras que en menos minutos, Máximo Fjellerup (11,8) también se ha transformado en una pieza clave del equipo de Sebastián Ginóbili, además de consolidarse como uno de los jugadores con mayor potencial en nuestro básquet. El gran perímetro bahiense se completa con Juan Pablo Vaulet, clave para la propuesta de uno de los candidatos del Sur.

Otro de los jugadores que está siendo fundamental en su equipo, es Tomás Zanzottera, quien se ha ganado la titularidad en Obras. El escolta promedia 12,5 puntos en apenas 22,9 minutos por partido, números que han ido subiendo en el último tiempo. Situación similar vive Luciano Massarelli en Olímpico, otro de los que viene en franco crecimiento (11,6 puntos). De hecho, hay pocos jugadores en la competencia con los recursos y la facilidad anotadora de Zanzo y el ex Peñarol.

Eric Flor (9,5), Martín Cuello (7,9), Lucas Gargallo (7,3), Juan Arengo (6,5), Carlos Buemo (6,2) y Matías Bernardini (5), también están teniendo buenos años y en varios casos, superando las expectativas que había depositadas en ellos. Un capítulo especial nos guardamos para Leonardo Lema, quien con tan solo 17 años se ha ganado minutos y protagonismo en un Atenas que vive una situación complicadísima.

Pivotes (1993 en adelante)

Como era de esperar, entre los internos hay menos variedad, aunque también algunos jugadores de proyección y presente. Gabriel Deck (13 puntos), ya está consolidado como uno de los mejores jugadores del torneo y este año ha vuelto a una posición que conoce, como la de ala pivote.

En ese puesto, también ha sido una grata sorpresa la aparición de Gonzalo Torres, quien promedia apenas por debajo de los 10 puntos para Hispano, en 20 minutos por partido.

Además, Matías Bortolín está teniendo un año de progreso y consolidación; Tayavek Gallizzi es clave para la rotación de Quimsa; Javier Saiz viene en levantada en los últimos encuentros y parece estar diversificando su repertorio; Franco Barroso ha rendido mucho en Echagüe, mientras que Agustín Caffaro ha dejado muy buenas sensaciones en los pocos minutos que ha visto en Boca.