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James Harden es un muchacho que, fuera de la cancha de básquet, a veces da la sensación de no tener muchas luces o, al menos, de no registrar demasiado lo que pasa. Y en Orlando quedó expuesto más que nunca. 

Tras presentarse varios días después que el resto de sus compañeros, ayer apareció con un tapabocas muy polémico, porque tiene símbolos que han sido utilizados como representativos de la policía, como el cráneo basado en un comic violento que se usa como ícono policial. 

Harden fue consultado sobre el tema y no aclaró demasiado. Mas bien la empeoró: "No estaba tratando de hacer una declaración política. Honestamente lo usé porque cubría toda mi cara y mi barba. Como dije ayer, apoyo el movimiento Black Lives Matter".

Y agregó: "No sabía lo que representaba la máscara. Simplemente esta me tapaba bien la cara y la barba, porque la anterior no me cubría todo lo necesario". No quedó muy claro si era consciente de lo que hacía, pero sí quedó claro que no tiene muy preciso la macana que se mandó. También aclaró que no tenía decidido todavía qué se iba a poner en la espalda, si alguna frase o su nombre