Río 2016

Ginóbili: "Me vuelvo con el corazón lleno por el cariño"

10:27 19/08/2016 | Manu Ginóbili sacó una nueva columna en La Nación, contando lo que dejó su última experiencia con el seleccionado argentino.

Manu se despidió de la selección

Emanuel Ginóbili jugó ante Estados Unidos su último partido con la selección y ya con algunas horas pasadas de aquella gran emoción, publicó una nueva columna en La Nación, reflejando sus sensaciones, además de su visión de lo que viene para el equipo nacional. A continuación, compartimos la palabra del bahiense:

Estoy bien, contento. Feliz de haber vivido una experiencia como ésta. Y más a esta edad, porque le agrega emoción. Cuando tenés 23 o 24 años no tomás las cosas igual y no vas más allá del significado del resultado. Pero volver a vivir unos Juegos Olímpicos cuando pensé que no iba a darse... es especial. Definitivamente fue un día emocional. La verdad es que no fue todo el día así, no estuve todo el tiempo pensando en que era el último partido con la selección. Sí lo hice por momentos, pero me pegó cuando salí de la cancha. Es que mis compañeros empezaron a abrazarme, la gente aplaudía y fue entonces cuando me cayó la ficha. Tantas muestras de afecto y respeto me golpearon duramente y no pude contener más la situación emocional. La verdad es que todo eso me tocó.

Además, existieron gestos de compañeros y de rivales que me descolocaron un poco. Porque cuando alguien les hace una nota es como si estuvieran obligados a decir cosas que te dejaran bien parado. Pero cuando se salen de los carriles habituales para ir a saludarte, mostrarte su respeto o el aprecio por lo que uno ha hecho... En especial si viene de jugadores que uno respeta o que tienen una gran carrera. Sentí tanto afecto que me impactó. Es como si cayera una ficha más. Y lo de la gente fue conmovedor. Más allá de mi situación en particular, fue increíble, en líneas generales, durante todo el campeonato. Una fiesta constante, un empuje incondicional en las muy buenas, en las difíciles y en las feas, como las de los últimos dos partidos. Fue una maravilla que se diera en ese contexto. Así que estoy muy agradecido por toda esa energía transferida en todos los partidos.

La verdad es que escucho todo lo que dice la gente respecto de lo que dejamos como equipo y lo que pude hacer yo. No es una ficha que me caiga hoy. De a poco, uno va viéndolo en diferentes circunstancias. Pero no es uno el que debe juzgar o decir lo que se generó en la gente. Sin dudas, saberlo nos hace bien. Ahora, por esto del retiro, me lo dicen más, y es una muy linda caricia. Hay momentos en que me incomodan esos elogios y en otros me hacen bien. Fueron muy bienvenidos. Me vuelvo con el corazón bien lleno por todas las muestras de cariño. Uno puede salir campeón o ganar una medalla, pero hay cosas que trascienden eso. Y creo que puedo y podemos estar orgullosos, los que fuimos parte de todo este ciclo, de ser respetados y queridos. Y siento que, además de ganar, representamos como se debe a los 40.000.000 que se quedaron en su casa, o a los 10 o 20 o los que les interesan los Juegos Olímpicos. Eso es lo que valoro.

Respecto de mi juego, también estoy satisfecho, superé mis expectativas físicas. Es que tenía un poco de dudas, en especial cuando llegué a Las Vegas, porque no sabía cómo ni cuándo iba a curarme el gemelo. No me había entrenado como quería, pero después fui ganando ritmo. No pensé que fuera a estar en condiciones de jugar tantos minutos ni que fuera a contribuir tanto, así que estoy contento. ¿Podría haber jugado un poquito mejor? Y bueno, sí, siempre se puede jugar un poco mejor. ¿Podría haber ayudado más al equipo? Seguramente. Pero creo que en líneas generales ayudé, y por momentos el equipo jugó bien. Quizá no en un nivel superlativo, pero compitió como un caballo contra todos los rivales, nos fajamos con todos, salvo España y Estados Unidos, que hoy por hoy están, indudablemente, no un paso arriba sino más, lo cual hacía que no pudiésemos competir de igual a igual... Creo que se tuvo un campeonato respetable en cuanto a rendimiento, superando tal vez las expectativas que teníamos en el momento en que nos reunimos por primera vez.

Desde ahora cambian los equilibrios del equipo, cuando, por ejemplo, un tipo como Chapu decide no jugar más. Por suerte para todo este proceso, y en especial para los chicos que quedan, tienen dos puntales importantes, Luifa y Carlos, que en teoría siguen. Y está bueno que sea así. Y la verdad es que ya se vio cómo el equipo puede reaccionar sin mí. Por ahí sin Chapu no, porque por una cuestión lógica no había forma de saberlo mientras él estaba activo. Éste es el momento de florecer. En este campeonato se vio que hay dos personajes clave para tener cada vez más protagonismo, Facu y Nico Laprovittola, pero también está Pato Garino, que tiene hambre y deseos de tener cada vez más cancha. Tal vez el hecho de que Chapu y yo estuviésemos en el equipo hizo que él no tuviese el espacio que merecía o que le habría permitido destacarse más. Pero, bueno, es un proceso natural de recambio. Y, sin dudas, en cada campeonato irán creciendo, tomando confianza y sintiéndose más dueños del equipo. No acompañantes, sino protagonistas. Por eso siento que les sirvió jugar un campeonato de esta magnitud. Además, entiendo que los chicos están listos, después de una preparación como la que hicimos y de unos Juegos Olímpicos como éstos. Es un paso importante.

Lo bueno de todo este último paso en la selección es que la NBA empieza bastante más tarde que los campeonatos europeos y que el argentino. Eso me da tiempo para liberar un poco de tanta emoción. La pretemporada empezará recién el 25 de septiembre, así que tengo días como para cambiar el chip, liberar la cabeza, estar con mi familia, recuperar el tiempo con ella, llevar a mis hijos a la escuela, disfrutar de unas mini vacaciones... Todo eso va a facilitarme la transición a una nueva temporada de la NBA. Será un poco de descanso y de rehabilitación, porque tengo algunos golpes que quiero eliminar antes de empezar a trabajar con el equipo. Pero sabía a qué me exponía y lo hice con gusto, con mucho placer. Y que posiblemente sea la última participación también allá hace que uno no piense a largo plazo, sino en el día por día, como lo hago últimamente. Y me parece que va a ser fácil juntar emoción y energías para la que quizá, como ésta en el seleccionado, sea la última experiencia de mi carrera en la NBA.

 

 
Fuente: 
La Nación

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