Basquetplus.com

En el primer cuarto los Halcones iniciaron con un parcial de 9 a 2 con todos puntos de Sciutto con penetraciones y tiros de tres puntos. El dueño de casa mantuvo una defensa férrea sobre los internos del “Bólido Verde” que no encontraba la forma de acercarse en el electrónico. El local lo cerró 24 a 17 a su favor.

En el segundo parcial el “Santo” llegó a sacar rápidamente once puntos de diferencia y desconcertar a su rival. Trezza pidió minuto y a la vuelta su equipo metió un parcial de 7 a 0 para acercarse nuevamente a cuatro puntos de la mano de Fernández. Sin embargo los dirigidos por Pagura pudieron mantener cierta diferencia para irse al descanso largo arriba 40 a 34.

En el tercer período se vio lo mejor de San Isidro defensivamente. Trató de negar todo tipo de juego del conjunto chaqueño. Si bien la visita intentó poner la pelota a poste bajo, entre González, Durley y Acevedo se encargaron de cerrarle el aro a Jones. En ataque le costó a los Halcones pero pudieron aumentar la diferencia que a través de unos buenos diez minutos de Kelly.

En el último cuarto el “Santo” trató de manejar la diferencia en el tanteador pero se vio exigido por su rival sobre el final del encuentro. A falta de 1:37 Hindú se puso a cinco puntos y complicó al local. Pero a faltas de segundos y con dos puntos de distancia, Muller sentenció el juego con un triple.

San Isidro sigue con vida tras ganar el tercer punto y estiró la serie a cuarto juego el viernes. Los Halcones deberán volver a ganar para definir en quinto y definitivo partido en tierras chaqueñas.

El Griego maragato le dio una gran alegría a su gente. Derrotó a Deportivo Viedma por 81-72 para dar vuelta la serie (2-1).

Entró inspirado porque rápidamente marcó un 7-0 clave. Cortó los circuitos visitantes para dar el primer golpe de la noche. Scott Cutley y Howard Wilkerson aprovecharon los espacios que quedaron en la pintura rionegrina para llevarse el primer capítulo por 23-13.

Sin embargo Viedma reaccionó de manera contundente. Con Pedro Franco manejando los hilos, metió un parcial de 11-0 para acercarse a cuatro (28-24). Se mantuvo expectante generando rompimientos y cargando al rebote.

Aunque en un duelo físico y friccionado, Atenas salió mejor parado. Sentenció el cuarto para irse al vestuario con una ventaja de diez unidades (38-28).

La situación volvió a complicarse al regresar del entretiempo. Porque la Fusión otra vez tuvo un gran pasaje (en esta oportunidad de 11-2) y se puso a tiro (40-39). Lo empató en 43 segundos más tarde con un doble de McCullough.

Hasta que apareció Agostino con un bombazo para desnivelar el duelo (46-43). Al escolta se sumó Hernán Etchepare, que tuvo un encuentro fantástico: 22 puntos y 6/9 en triples. Atenas aguantó por un margen mínimo durante todo el cuarto final. Hizo fuerza a pesar de estar mermado por las faltas (los últimos dos segmentos empezó 4-1 abajo en infracciones).

Perdió el liderazgo de manera efímera a falta de 3m23s, cuando O’Louis McCullough consiguió un 2+1 (66-67). Fue Agostino otra vez el que pegó a favor del Griego con un nuevo triple (71-69). El alero metió 7 puntos en los 2 minutos del desenlace que permitieron darle el triunfo al elenco maragato. Desde ese momento, Atenas controló la situación hasta el cierre. Ganó 81-72 y quedó 2-1 arriba en la serie.

El cruce continuará el viernes, también en el Carmelo Trípodi Calá. Se enfrentarán a partir de las 21:30 hs.

Parque Sur se despidió del campeonato, con bronca, luchando y lágrimas en los ojos de todos para una campaña histórica. Perdió ante un candidato al ascenso: Estudiantes se lo llevó 67-77 en el Gigante del Sur, barrió la serie 3-0 y se convirtió en finalista por la Conferencia Sur del TNA. Diego Figueredo fue la figura y el goleador de la noche con 22 puntos, seguido por los 16 de Gamazo y 15 de Sánchez. Bernasconi con 15 fue el máximo goleador local, escoltado por los 13 de Mariani y 12 de Alderete.

Hay que destacar que Estudiantes lideró el partido en 36 minutos. Y que Parque Sur metió 21 de 61 tiros de campo. En triples: 4 de 22. Datos que explican una noche donde la pelota no entró, por diversas razones.

Mariani, Alderete, Bolling, Richard y Bernasconi por Parque. Domínguez, Portillo, Figueredo, Sánchez y Arese por Estudiantes. Así arrancaron. Y jugado el primer cuarto el tablero diría: 9-13. En 3.40 de juego Estudiantes ganaba 1-2. Un triple de Jure ni bien saltó desde la banca levantó el estadio por primera vez. Se erró casi todo lo que se tiró, desde los dos lados. Y en defensa ninguno regaló nada en un juego sucio.

El inicio del segundo cuarto lo mostró mejor al Sureño, que con Bolling y Mariani pasó al frente. Sería solo ese arranque porque la rápida tercera falta de Elnes lo mandó al banco y se sintió. Figueredo apareció con un triple encima, para empezar a ser la gran figura de la clasificación. Promediando el cuarto, la visita ganaba 14-20. El local estaba impreciso a la hora de pasar la bola y errado en sus tiros, con porcentajes pobres en tiros de campo. Bajísimo score: 16-22, faltando 3.30. Portillo y Figueredo desde la línea de tres. El Bataraz estiraba cifras. Se llevaría el juego 25-34 al descanso largo. Dos triples le alcanzaban a Jure para ser el goleador local del primer tiempo, junto a Bernasconi. Figueredo era el máximo anotador con 8 tantos.

El Lobito Fernández pidió tiempo muerto a los 2' del tercer cuarto. Con la figura de Bernasconi y un triple de Richard el local se acercó: 32-36. Pero Figueredo siguió haciendo jugar a su equipo y clavó otro bombazo. Parque Sur remó el tercer partido de la llave. Se puso a uno, con Bolling y Alderete. Pero descuidó a Figueredo otra vez en el último segundo. Ese triple marcó el final del tercero: 48-52. Fue el mejor cuarto del Sureño en el juego, el único que ganó (23-18).

Parque empató el juego en el inicio de los últimos diez, pero a medida que pasó el cuarto esa intensa lucha lo fue diezmando de hombres. Y Estudiantes tiene varios que juegan. Apareció Sánchez, se destacó Gamazo, Figueredo la rompió. Apretados llegarían al cierre, en una noche donde al local le costó encontrar su juego. Faltando 3:30, el tablero decía 59-60. Bolling de conductor, Bernasconi tomando un rebote clave y anotando bajo el canasto. Sánchez del otro lado. 63-63, dos minutos. Hubo un par de fallos arbitrales muy dudosos, que sacaron a Parque del partido. Incidieron en el cierre, pero no cambian al justo ganador. Alderete se fue por faltas. Arese metió un triple importantísimo para empezar a quebrarlo. Restando un minuto y medio, arriba por cuatro.

Bolling afuera del partido también y Figueredo en la línea fue implacable, en todas hasta que terminó. El se encargó de cerrarlo, fue el dueño de la bola. El local también pagó lo de un equipo corto en una instancia así y ante un enorme rival. Lo ganó un gran equipo. Estudiantes se lo llevó por diez, 67-77, es merecido finalista y tiene sobrados argumentos para pelear un ascenso a la Liga Nacional. Un estadio repleto aplaudió de pie una campaña histórica de este equipo de René Richard, que se despidió con el corazón en la mano.

En el inicio del partido, los dos apostaron al ataque fijo con posesiones largas que puedan ser cristalizadas en el poste bajo. Recién en su quinto intento, Stibbins abrió la cuenta aunque respondió desde la línea Lauría. Un corte al aro de Tabarez puso al Tate 4-2, con un quinteto que buscaba presionar la bola. Y lo consiguió para que Barovero sume dos corridas y estirar la ventaja 8-2 a los 3'30', que desembocó en un tiempo muerto de Rivero. A la salida, Unión extendió su dominio con Stibbins (7) ganando la lucha en la pintura. Ese claro 18-4 representaba la actuación entre uno y otro. Beltramo rotó el quinteto y Borsatti trajo soluciones desde la banca para cerrar el primer cuarto 25 a 8.

Comunicaciones ensayó una reacción en el minuto inicial con la velocidad de Ferreyra, pero un par de posteos de Podestá mantuvieron la diferencia (29-14). Con el regreso de Acosta por Godoy, el DT buscó seguir rotando con criterio el balón, ante un rival que lastimaba con los cortes de Aristu (5). Después de un triple de Torre (32-20), el orientador rojiblanco frenó las acciones para reordenar algunas cuestiones. Cada movimiento tenía un buen scouting de los dos, mucha fricción y Ferreyra (6) encabezando la remontada correntina. Barovero primero y Acosta luego con una penetración por el eje más falta sellaron el buen primer tiempo Tatengue por 41 a 29.

La visita hizo mejorar las cosas en el tramo inicial del tercer cuarto. Ayudó bien atrás y fue encontrando espacios para tomar buenos tiros. Así fue como empezó a descontar con Lauría y Ferreyra (9) encendidos. Los anfitriones no eran claros en sus incursiones al canasto y recibieron puntos de transición que dejó el lumínico 46-39 a los 6'. Definitivamente el cotejo ingresó en un lindo territorio, donde ambos dieron todo y el juvenil Ferreyra siguió en llamas (17). Allí tomó dos buenos tiros en penetración Borsatti para dejar el tanteador 55-59 y la promesa de un intenso último cuarto.

En esos 10' definitorios, Unión empezó a sentir el trajín del pleito, sus tiradores estuvieron bien controlados y Comunicaciones quedó a tres (60-57) con 6' por desarrollar. El nerviosismo ganó terreno y en ese escenario la visita aprovechó para empatarlo en 60 con la aparición de Lauría. Pero rápidamente los rojiblancos reaccionaron, con una bomba oportuna de Tabarez y un posteo de Podestá ante Essengue que jugó todo el cierre con 4 faltas. Apenas a 3' del epílogo, Isola rompió su sequía con un triple importante (71-65). No se dieron respiro; Ferreyra intratable (23) sumaba desde todos lados pero Isola volvió a herir tras el arco (76-70 a 1'12''). Fue poner el moño a un gran trabajo para soñar, seguir con vida y estirar la definición hasta el viernes en el mismo escenario.

Unión 81: Acosta 13, Tabarez 12, Stibbins 7, Barovero 17, Ligorria 0 (FI) Podestá 16, Borsatti 9, Godoy 0, Isola 7, Bandeo 0. DT: D. Beltramo.

Comunicaciones 74: Pau 0, Vieta 2, Torre 7, Lauría 15, Essengue 12 (FI) Defelippo 0, Giménez 23, Aristu 13, Romero 2. DT: F. Rivero.

Parciales: 25-8, 41-29 y 55-49.

Arbitros: G. D´anna, J. Sánchez y R. Sánchez.

Estadio: Ángel Malvicino.