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El partido del domingo por la noche fue el segundo peor para los Privateers, si se toma como referencia la efectividad de campo (36.7). Y justamente no fue la mejor jornada como para tener ese porcentaje, ya que enfrente tuvieron a Northwestern, uno de los mejores equipos de la competitva división Big Ten. En síntesis, New Orleans sufrió una derrota sin atenuantes por 83-49. Sin embargo, es para recalcar la actuación de Erik Thomas. El ala pivote, nacido en Paraná, estuvo un escalón por encima de sus compañeros con respecto a la efectividad (54%) y, además, cosechó un doble doble, a partir de sus 17 puntos y 10 rebotes.

El trámite del partido siempre estuvo en manos de los Wildcats. Tanto fue así, que al mediotiempo ya ganaban 43-22. Dicho pasaje, que comprendió el final de la primera parte y el comienzo de la segunda, fue trascendental para sepultar cualquier tipo de ilusión de los Privateers. La racha de 21-0 fue irremontable para New Orleans, que terminó perdiendo 83-49 para quedar con un récord de 4-4. Por el contrario, Northwestern (7-2) estiró a cuatro su seguidilla de triunfos consecutivos. En este partido dominaron el rebote ofensivo (13) y generaron, a partir del mismo, 16 puntos de segunda oportunidad.

Al margen del 4-4 en el diferencial de su equipo, la temporada de Thomas es muy buena. Actualmente promedia 20.5 puntos, 7.8 rebotes y 2.1 asistencias por encuentro. En adición, participa en 29.5 de los 40 minutos de un partido NCAA. En todos estos aspectos del juego, el ala pivote tuvo una evolución con respecto a la temporada pasada. Se lo podrá ver nuevamente en acción el próximo 17 de diciembre, cuando New Orleans (4-4) reciba a Louisiana-Lafayette (8-2).