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Hernán Jasen, como muchos bahienses que anduvieron o andan por el mundo, tiene claro que su lugar es Bahía y por eso este año, definitivamente regresado a su ciudad, recuperó entre otras cosas su relación de amor permanente con Alem, el club del que surgió y donde, dicen, se retirará el año que viene.

- ¿Cuál fue el club de tu barrio, cómo y por qué llegaste y a qué edad?
. Mi club es Leandro Alem de Bahía Blanca, llegué a los 6 años y lo hice porque mis viejos querían que haga algún deporte. Además me quedaba a cuatro cuadras de mi casa.

- ¿Cuánto tiempo estabas en Alem  cada día?
. A medida que pasaban los años cada vez me pasaba más tiempo en el club. Entrenaba con mi categoría y luego me quedaba a picar y tirar hasta que me echaban o me venían a buscar mis viejos. A partir de los 13 años ya me entrenaba con dos categorías el mismo día.

- ¿Qué significaba para tu vieja que vos estuvieras en el club? ¿Alivio o preocupación?
. ¡Era un Alivio! Si no me dejaba en el club no le quedaba otra que dejarme jugar en el patio de mi casa (tenía un aro con tablero de madera de regalo de Reyes). He roto vidrios de ventanas y un montón de plantas fueron víctimas de la pelota. Así que le convenía mucho más que estuviera en el club.

- ¿Qué te enseñó el club?
. Me enseñó a disfrutar del básquet, a aprender a relacionarme con más chicos e ir formando amistades. A saber que tenia una segunda casa. Me enseñó a quererlo.

- ¿Qué actividades hacías más allá del básquet?
. Hasta los 8 años hacía básquet y fútbol (en el club Tiro Federal) a la vez, luego solo estudiaba y jugaba al básquet.

- ¿Había señoritas también? ¿Hubo alguna primera novia surgida del club o era un ambiente masculino?
. La verdad que no recuerdo si había señoritas, pero te diría que prácticamente no.

- ¿Te quedaron amigos del club?
. ¡Sí! Casi todas mis grandes amistades tienen origen en el club Alem.

- ¿Qué valores aprendiste ahí?
. Aprendí el significado de la palabra amistad, del compromiso con mis compañeros, del respeto hacia jugadores de mi equipo como así también de los rivales, de entrenadores y árbitros, de dejar de lado los egoísmos y pensar como grupo, del saber exigirse para ser cada día un poco mejor, aprendí a ser disciplinado con los tiempos y las reglas marcadas,  a que ganar no era lo más importante (aunque odiaba perder ya de chiquito jeje)

- ¿Es reemplazable la vida de club?
. Para mí no, creo que es el mejor lugar que puede existir para ir aprendiendo los valores que te dije antes a través del deporte.

- ¿Volvés de vez en cuando?
. Tres veces por semana como mínimo, aprovechando que volví a vivir a Bahía Blanca. Mi hijo mayor (Joaquín) ya juega en el club en los mini y me gusta ir a ver sus entrenamientos. También voy a ver a otras categorías cada vez que tengo un rato libre.

- ¿Te gustaría el día de mañana que tus hijos hagan la misma vida de club que hiciste vos?
. Por supuesto que sí. Yo les cuento lo que significó para mí el club en cada momento. Es un orgullo para mí ver a mi familia en el club donde me forme cómo persona.