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A pesar de mostrar los números una disparidad absoluta en los partidos jugados por ambos hasta el momento (2-0 Obras, 0-3 Lanús), rápidamente quedó demostrado que las estadísticas de ese tipo siempre tienen matices, y esta no era la excepción.

Ambos brindaron un excelente primer cuarto, con gran dinámica, alto porcentaje de aciertos (56% Obras, 67% Lanús), con Lanús (sin Rodríguez, lesionado) dominando de arranque gracias a esa eficacia, sobre todo de Stewart cerca de la pintura y Bertone penetrando con una potencia inusual para un escolta.

Lanús no pudo mantener el dominio por varios motivos. La salida de Cantero le quitó precisión y la de Stewart gol, y entonces muchas decisiones quedaron en manos equivocadas, o que por lo menos erraron más de lo que acertaron (Williams, Larry, Cantón).

Si no se despegó Obras fue porque Bertone tomó aun mayor protagonismo y porque el local no pudo complementar una gran noche perimetral (Wade, Safar, Zanzottera), con algo de juego interior. Horner jugó lejos del aro, Delía empezó bien pero se diluyó y Pipa Gutiérrez también se mostró casi como un tirador. 

Igualmente, la defensa de Obras progresó mucho en el segundo cuarto, pero sobre todo mantuvo una enorme puntería,  exterior sobre todo (6/10 triples en la mitad), para sacar una máxima de 11 (53-42). La defensa de Lanús, a esta altura, empezaba a mostrar mucha desconcentración y fallas que le costarían sangre.

La diferencia del juego indudablemente era la banca, donde Obras había encontrado 21 puntos y mucho protagonismo (Zanzottera, Basualdo), frente a apenas 5 de la visita (y 1/8 de cancha). Por eso, los de Poch lograron, en 20 minutos muy ofensivos, 8 de luz al finalizar el segundo cuarto: 54-46.

El tercer cuarto pintaba para ser el del quiebre. Sin quitarle mérito a una ofensiva muy aceitada del local, las falencias defensivas de Lanús ayudaron mucho para que Obras sacara su máxima de 15, aprovechando un buen pasaje de Wade, la sobrecarga del rebote ofensivo y el peso de Horner, más activo cerca del cesto ahora.

Sin embargo, luego de esa máxima, Obras se desconcentró. Lanús clavó un par de triples, aprovechó un par de bolas perdidas por el local, terminó el cuarto a 7 (78-71) y en el arranque del último, manteniendo la energía, llegó a ubicarse a 4 (80-76), simplemente corriendo, tirando buenos tiros y usando lo que su rival le regalaba.

Por eso fue clave, tras ese 80-76, un triple de la punta de Zanzottera, que rompió la quietud de Obras, e inició otra vez el camino virtuoso. Cuando apretó la velocidad y cuidó el balón, volvió a dispararse, desnudando nuevamente los problemas defensivos de la visita.

Pero la irregularidad ha caracterizado a Obras en este arranque de Liga (a todos, en realidad), y por eso no sorprendió que nuevamente permitiera que Lanús se metiera en juego, otra vez con el tiro de tres puntos, y con un mayor aporte de Larry, el sorpresivo protagonista del momento tras su pésima primera mitad.

No hubo caso. Lanús nunca pudo completar una remontada sólida y siempre dejó espacios para que Obras usufructuara su gran capacidad ofensiva, repartida entre varios: 21 de Wade, 18 de Zanzottera, 18 de Horner, 14 de Safar y 12 de Basualdo. Fue 103-91, invicto de 3 juegos para los de Trifón Poch y cuarta caída en fila del granate.

Obras (103): Bruno Fitipaldo 7, Selem Safar 15, Lorrenzo Wade 21, Dennis Horner 18, Marcos Delía 7 (FI); Basualdo 12, Barral 5, Zanzottera 18, Gutiérrez 0 y Tabárez 3 . DT: Trifón Poch.
Lanús (91): Juan Cantero 8, Pablo Bertone 20, Juan Fernández Chávez 15, Daniel Stewart 15, Michael Williams 11 (FI); Larry 17, Cantón 3, Zárate 2, Gramajo 0 y Gago 0. DT: Germán Intonio.
Cuartos: 25-22, 54-46, 78-71 y 103-91.
Arbitros: Fabricio Vito y Silvio Guzmán
Estadio: El Templo del Rock